32. Papá...

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Él suspiró y quito su mano de mi pierna.

- Mi padre solo quería protegernos - Murmuró con sus ojos llorosos. No pude evitar pensar lo peor. Jackson siempre se mostró fuerte,no tendía a mostrar su debilidad ante nadie.

Puse mis manos en mi cara y respire profundo, aún nerviosa y temorosa por las palabras que pudieran salir de su boca.

-No fue un accidente. Alguien quiso matar a mi padre y él...lo sabía y me dejó en una calle diciéndome que me escapara...que no volviera a casa...- su vos cada vez estaba cada vez menos audible e interrumpida por sus sollozos. - Me digo que si quería salvarlas no podía volver...

Terminó por romperse, sus llantos intensificaron y las lágrimas brotaron como cascadas de sus ojos.

- No...no sabía que hacer. Le prometí a mi padre que no volvería, y cuando ví la noticia...- Puso sus manos en su cara y finalmente se echó en el respaldo del sillón.

Me quedé inmóvil nisiquera sabía que pensar o como sentirme. Mis manos temblaron, y el mundo alrededor perdió su color, sentí como nuevamente mi vida perdía su sentía, perdía todo alegría que sentía, todo lo que alguna vez creí nunca fue cierto.

- No fue un accidente - murmuré entre sollozos y lágrimas.-Pero ellos...dijieron que estaba tu cuerpo.

- ¡Todo estaba en llamas!, Jamás comprobaron si quiera que estaba el cuerpo de mi padre.

- eso sería...

- No, no lo es. Ellos supusieron que ambos estábamos muertos, y cerraron el caso.

Cerré los ojos con fuerza, tenía tantas ganas de gritar de tirarme al piso y llorar como nunca, jamás pensé sentirme de esta manera, sentir que todo poco a poco vuelve a romperse.

Jackson finalmente me abrazó, me abrazó como nunca. Con tanta calides, con tanto amor, con...tanto dolor.

Su abrazó me consoló , me hizo recuperar la calma.

- ¿Quién lo hizo? - pregunté con demasiado miedo de saber la respuesta.

Él me miró y bajo la cabeza.

- No lo sé.

Esto de ser fuerte, ya me canso.

Lloré demasiado, lloré hasta que no aguante más, lloré por todo lo que nunca lloré antes, descubrí que aunque me doliera más, me sentía más aliviada de saber todo lo que en verdad paso, no me importa quién fue... no necesito nombres, ni caras para odiar. Mi padre me enseñó que tengo que perdonar,y lo hare, mi padre quería que fuera feliz, que viviera...que me amara.



Yo Gorda, Y más gorda. (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora