36. Un abrazo inesperado.

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Las mañanas sombrías solo me recordaban lo triste que puede llegar a ser la vida, las mañanas cada día me recordaban lo que me queda por averiguar sobre el mundo, lo que me queda por vivir, por amar, por soñar.

Una brisa fresca recorre mi piel en cuanto abro las ventanas.

¿Algunas vez me volvería a sentir tan viva como ahora?

Los problemas necesitan ser superados, y eso lo intente durante mucho tiempo. ¿Acaso la vida me tenía esto preparado?

Un día sientes que no puedes más y que la vida simplemente se desmorona a tus pies, y al otro sientes como puedes cambiar y ser mejor por ti.
Alan y Matías son una de las mejores cosas que pude tener en mi vida. ¿Cómo puedes llegar a amar a alguien tanto, como amo a esos dos?
Son mi Pilar, lo que me mantiene a un con ganas de luchar, sin ellos... ni siquiera sé si seguiría viva.

Y aunque mi memoria aún fallé, se que ellos siempre estuvieron para mí apesar de todo, no importan los malos momentos, ni el resentimiento que alguna vez tuve hacía ellos por mentirme al fin de cuentas siempre pensaron en mí siempre lo hicieron con el fin de ayudarme, por eso, son y serán siempre las mejores personas que alguna vez conocí.

Alan, el típico chico que verías como un malote y desgraciado,pero es el chico más sensible y honesto que e conocido, no podría dejar de amar a ese tonto, amo sus comentarios sarcásticos, amo su manera de bromear y sonreír, ese chico es vida pura.

Y Matías...Simplemente no existen las palabras para describir a aquel chico. Se ganó mi amor, se ganó algo que nadie jamás pudo tener, se ganó que me imaginara como sería mi vida con él. Pero, simplemente es imposible que me imaginé sin aquel llorón. Es un luchador en toda la palabra, puede lograr todo aquello que se propone y es imposible no enamorarse de su mirada, ¿Enserio como alguien no podría enamorarse de... él?

Alguien abrió lentamente la puerta, me sorprendí al ver a Matías sonriente.

- ¿Te sientes mejor? - Me preguntó acercándose a mí con una sonrisa.

Asentí, no sabía cómo pedirle disculpas por todo lo que los había echo pasar durante estos meses.

- Me alegra verte feliz.

- Quería disculparme, se que te e complicado la vida y no quiero...que... - Las lágrimas no me querían dejar continuar. ¿Porqué no podía simplemente expresarle lo que sentía?

Un enorme nudo se formó en mi garganta. Matías me miraba fijamente,una pequeña sonrisa se asomó por su rostro. Me hizo sentir tan feliz ver esa tonta sonrisa de niño pequeño.

Sus brazos rodearon mi cuerpo, haciendo que me congelará, me sorprendió que me abrazara tan momentáneamente. Me brindó un calor excepcional, y me sentí tan protegida estando entre sus brazos, no pude evitar sonreír ante lo tonta que me sentía, no por el abrazo, si no por los sentimientos que rodeaban todo mi ser.

Era como si todos los sentimientos golpearan mi puerta y decidieran por primera vez entrar en mi corazón. "Hola, ya estamos aquí" "¿Podemos entrar de una vez?"

- Jamás pensé llegar a quererte como lo hago ahora. - Le murmuré, él me abrazó más fuerte y besó mi hombro con suavidad.

- No eres la única que se está enamorando.

Yo Gorda, Y más gorda. (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora