La Mansión Joestar.

Capítulo 19

Cómo Zeppeli dijo, el trío peleó sin perder la calma, utilizando correctamente su hamon para derrotar a todos los zombis y algunos vampiros que estaban yendo contra ellos.

—¡¡MUDA MUDA MUDA MUDA MUDA
MUDA MUDA!!

Dio se lo estaba tomando muy en serio, porque parecía estar utilizando casi toda su fuerza contra los zombis, a pesar de que con tan sólo tocar a sus oponentes estos se descomponen instantáneamente.

—¡¡¡WRRRRRRRRRRRRYYYYYYYY!!!

Aunque parecía estarse desquitando por algo, realmente lo estaba haciendo perfectamente, dejando a sus compañeros como simples novatos.

Jojo se centraba en apoyar a Zeppeli, ya sabía que la rubia podría ella sola, su nivel de pelea era realmente aterrador, por lo que, queriendo no morir, se mantenía alejada de ella.

—Al principio pensé que era mala idea enseñarle Hamon a Dio Brando, pero ella es la mejor usuaria de Hamon que he visto, en poco tiempo lo ha dominado sin problemas, casi al igual que tú.

Los hombres hablaban mientras retenían a un grupo de zombis, no querían dejarle toda la carga a Dio, quién seguía gritando y destruyendo sin parar.

—Estoy muy seguro que 'el jefe' está dentro de esa torre, ¿pero quién podrá ser? ¿será más fuerte que yo?
Espero no tenga demasiada experiencia en combate o haya dominado la máscara en este tiempo... porque estaríamos en problemas—

Mientras Zeppeli luchaba, pensaba en lo que tendrían por delante si superaban a la horda de secuaces del líder.

Jojo se había entrenado bastante bien, no era tan buena como Dio, pero se las arreglaba casi sin problemas, utilizando su entorno para derrotar a sus enemigos.

Dio saltaba de un lado a otro mientras golpeaba sin parar a sus enemigos, no quería subestimarles, eso era un error de novato.

—Pensé que esto sería más difícil, pero vaya, ustedes si que son débiles.

Tras un lapso de tiempo algo largo, la mayoría de los enemigos habían caído a manos de la rubia, quién se veía muy divertida por destruir aleatoriamente y que no hubieran consecuencias.

—Maldición Dio, realmente eres muy buena.

Jonathan estaba algo herido.
Durante la pelea, se descuidó un momento y un zombi, que no es nada débil, lo golpeó por la espalda y lo lanzó al suelo con mucha fuerza, pero Dio estaba ahí para salvarle, como ya era costumbre.

—...y tu no eres muy fuerte, mi estimado amigo.

—Soy el más 'débil' de los tres, pero igual soy útil, para demostrarlo, deja que acabe con los enemigos restantes, ¿de acuerdo?

La menor lo dudó un segundo, pero suspiró unos momentos después, dejando que el chico demostrara su fuerza.

—Está bien.
Pero si llegas a estar en problemas, te ayudaré, ¿entendido, Jojo?

El chico asintió, y sin esperar más tiempo, se lanzó al ataque para destruir a sus oponentes, con cuidado, pero no verse rodeado.

—¡Zoom Punch!

El joven se esforzó al máximo, y tras una ardua pelea, logró acabar con casi todos sus enemigos, no le había sido tan difícil y estaba agradecido por eso... aunque el cansancio nadie se lo quitaba.

Los demás fueron asesinados por Zeppeli, quién se veía más tranquilo por el resultado.

—Vaya, ¿ya acabamos, Zeppeli?

Dio tomó los cuerpo con diversión en si rostro, aunque fue detenida por su mentor.

—Todavía no.
Vayamos a esa torre, tengo la fuerte impresión de que ahí está la máscara de piedra... y el portador original de la misma.

La rubia asintió, y sin previo aviso, jaló al peliazul y lo atrajo hacia ella.

—Vamos estúpido, terminemos con esto y regresemos a casa, ¿de acuerdo?

El joven sonrojado asintió e intentó dejar de pensar en cómo fue atraído.
Ya sin importarles, el trío se acercó corriendo, Zeppeli se percató de que la puerta -que era de metal macizo- estaba abierta, lo cuál le dió mala espina, por lo que detuvo a sus alumnos con señas.

—Oh, entonces te percataste, viejo.

Una voz se escuchó desde dentro, haciendo estremecer a los tres.

La figura rodeada por las sombras comenzó a encaminarse hacia ellos sin rodeos, parecía bastante confiada.

—Debes de ser Zeppeli.
He estado investigando, el joven a tu derecha es Jonathan Joestar, hijo de George Joestar.

La sombra finalmente salió a la luz de la luna.

—También está Dio Brando.

Todos estaban algo asombrados, era un hombre bastante musculoso y joven, con una pequeña barba y el pelo rapado.

—N-no me jodas...—mencionó Dio, quién estaba muy asustada por lo que veía— ¿padre?