El joven peliazul se encontraba tocando el piano tranquilamente en un día soleado.
Jonathan se sentía en paz cuándo se perdía entre las notas de aquel intrumento musical, parecía volverse otra persona al tocar melodías en soledad... o al menos eso pensaba él.
Dio Brando era una chica especial.
Toda su vida había odiado al mundo gracias a la vida de mierda que le ofreció su padre, pero desde que llegó a aquel sitio tan peculiar, y al conocer al hijo de su padre, nuevos sentimientos comenzaron a crecer hacia el chico, al principio podía ser algo indiferente hacia él, pero ahora quería estar a su lado, le hacía sentir bien, le hacía feliz...—Tocas muy bien, Jonathan.
La rubia aplaudió ligeramente, parecía ser sarcástica, pero lo decía de corazón, el joven, en cambio, se sonrojó un poco al ver a su hermana ser linda con él, ya era al menos un mes desde su llegada, su cambio fue exponencial.
—Muchas gracias, Dio, no sabía que estabas aquí... pero no me molesta en lo absoluto.
Dio se sentía muy cómoda.
"Así que esto es un amigo"
Pensaba la chica con una paz que ella jamás pensó poder alcanzar mientras viviera. Todavía seguía con la idea de dominar al mundo, pero ahora Jonathan Joestar estaba en sus planes, al principio pensó en eliminarlo, cómo siempre hacía con sus adversarios, pero el cambio fue tan repentino que ahora quería tenerlo en su vida, era una persona especial.—Te odio, Jonathan.
Dio se encontraba tranquila aún después de decir eso, en cambio, el peliazul se encontraba muy extrañado.
—¿e-eh?
—Maldición, Jojo.
Te odio porque lograste... lograste entrar a, yo supongo, mi negro corazón.Jojo se quedó impactado, sus mejillas se tornaron aún más rojas y no podía hablar correctamente, había una felicidad sin precedentes en su interior.
—No sabes lo feliz que estoy ahora mismo, Dio.
La rubia se acercó al chico, y este último se puso de pie. Se pusieron frente a frente y se miraron un par de segundos.
—Maldición.
Supongo que de ahora en adelante mis planes tendrán que cambiar.Sin que se diera cuenta, la rubia se había sonrojado por tercera vez.
—Te vez linda cuando estás sonrojada, hermana.
Dio no pudo evitar soltarle un puñetazo en el estómago, tirando a Jojo al suelo, aunque este último se rió un voz baja tras su comentario.
—J-jeh, golpeas duro, Dio Brando.
Realmente tienes que entrenarme.Dio se tronó los dedos, y pareció pensarlo un segundo antes de dar una respuesta.
—Está bien, te enseñaré, hermano.
Pero sólo si tú me enseñas a tocar el piano, ¿entendido?—Entonces tenemos un trato.
El chico dió una sonrisa llena de vida, y la rubia apartó la mirada.
Tener a alguien así en su vida podía ser negativo debido a su personalidad, pero al carajo, Dio Brando había encontrado a alguien que no le abandonaría.
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La Mansión Joestar.
FanfictionDio Brando, una chica de 16 años con una personalidad algo conflictiva llega a su nuevo hogar, la mansión Joestar, gracias a un favor que le debían a su padre. Ahí conoce a Jonathan Joestar, quién sería su nuevo hermano adoptivo, y al principio lo t...