La Mansión Joestar.

Capítulo 8

Después de su encuentro en el piano, la amistad entre Dio y Jojo se fortaleció.

La chica se llevó mucho mejor con el peliazul, comenzó a confiar en él y hablarle de su pasado.

Pero era Dio Brando, sólo se llevaba bien con el joven, seguía pensando que los demás eran una mierda, a pesar de los intentos de Jojo para que pensara más allá de su pasado, pero ella era demasiado terca como para cambiar... tal vez algún día cambiaría a su hermana.

Los dos hermanos se la pasaban juntos, alegrando el corazón de George Joestar.

—Jojo, ya son las 12, es hora del piano... ¿wryyyy?

Eso último lo dijo susurrando al ver al chico hablando con una figura femenina en la entrada de la mansión.

—Oh, es cierto, Dio.
Perdón, ella es Erina Pendleton.

Erina era una chica bastante hermosa, rubia y de ojos azules.
Dio se paralizó un poco al verla, podría incluso ser más bonita que ella.

—H-Hola.
Mi nombre es Dio Brando, soy... hermana adoptiva de Jonathan.

—Mucho gusto, Dio Brando.

Sonrió Erina mientras extendía su mano, la cuál aceptó Dio, con algo de disgusto.

—B-bueno, Erina.
Tengo que enseñarle a mi hermana a tocar el piano, nos vemos después.

Erina se acercó al joven y le dió un beso en el cachete, de despedida.
A Dio se le revolvió un poco el estómago al ver eso, pero se contuvo y no dijo nada, posando una sonrisa en sus labios.

—¿quién era ella? ¿una amiga que no conozco?

Dio trataba concentrarse, pero no podía después de ver ese beso, necesitaba respuestas.

—¿Erina? Pues es una chica que conocí hace algún tiempo, estaba siendo molestada por unos idiotas y le ayudé. Desde entonces nos hemos vuelto amigos... ¿porqué la pregunta?

—Es simple curiosidad, la verdad no había conocido un amigo tuyo desde que llegué, por eso se me hizo extraño.

Jojo se quedó pensando un momento en sus palabras, tenía razón, Dio apenas y había salido de la mansión.

—¿sabes qué? Mañana te llevaré al ring, dónde boxeo con mis amigos, ¿qué te parece?

—Me haría bien algo de aire fresco, así que sí, iré contigo, inútil.

—Me alegra de que aceptaras, tonta.

—Jajaja.. si.

—Jeje...

Dio se abalanzó sobre Jonathan y comenzaron a luchar en el suelo.
No era la primera vez que sucedía, eran más unidos sin embargo no podían evitar pelearse a golpes, era como algo que los unía,
la lucha a muerte.

—¡Nunca derrotarás a Dio Brando, JOJO!

—¡Tengo el poder de la humanidad, de la justicia, de mi lado!

—¡WRRRRRYYYYYYYYY!