Una última charla

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Extra 1

18 de Noviembre de 1992

El cielo estaba nublado, a lo mejor cómo un presagio de lo que estaba por suceder.

Jonathan había heredado la mansión de su padre, y durante más de 100 años, había vivido casi sin problemas en aquel gran hogar lleno de calidez, dónde algunas generaciones Joestar vivían con sus respectivas familias.

Dio Brando estaba enferma.
Meses atrás había sido diagnosticada con cáncer. Se mostraba fuerte contra la enfermedad, pero mientras el tiempo iba pasando simplemente ya no pudo más, y quedó reposando en cama.

Todos los días Jonathan procuraba estar a su lado, le llevaba la comida, le leía libros y la mantenía al tanto de lo que pasaba afuera, Dio era muy terca y no soportaba el no saber.

Aquella mañana todo se sentía muy tranquilo, demasiado, y Jonathan lo notaba.

—Dio, es un día tranquilo a pesar de la lluvia inminente, ¿no crees?

Ella le miró, y sonrió.

—Me gusta la lluvia.
Oh, Jojo, recuerdo que llovía cuándo me pediste matrimonio. Ha pasado tanto en nuestras vidas...

Jonathan tomó su mano.

—Fue un día muy divertido.
Todo el tiempo que me había estado preparando se fue al caño cuándo se me perdió el anillo. ¿recuerdas que me golpeaste por ser tan inútil?

—Sí.
Lo recuerdo... tú me sonreíste apenado, y me pediste que te ayudara a buscarlo.

Dio río en voz baja, aquellos recuerdos le traían felicidad y algo de nostalgia.

—Jonathan.

—¿Qué pasa, amor?

—Lo mejor de esta vida fue haberte conocido. Sin duda, estoy segura que me salvaste. Eres el amor de mi vida.

Jonathan se levantó un poco y se acercó a los labios de su esposa.
En ese beso logró sentir algo de hamon en la respiración de Dio.
Pero se sentía extraño... débil.

—Dio... ¿te sientes bien?

Aquella mujer que tanto amaba le miró con una sonrisa divertida, susurrando "Te amo, inútil" antes de que sus ojos se cerraran con lentitud.
Esos segundos de silencio fueron milenios para el inglés Jonathan.

—Yo m-más...

Susurró antes de que las lágrimas salieran lentamente por sus ojos.

La Mansión Joestar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora