¿Alguna vez has tenido la necesidad de sacar todo lo que llevas dentro con el único propósito de encontrar lo que sabes que está roto y no eres capaz de averiguar que es? Esa necesidad de poner en palabras todo tu mundo para poder darle sentido, y por más que lo intentas no eres capaz, no encuentras ni las palabras y en realidad tampoco las ganas, porque te conoces, porque sabes que buscar respuestas sería sumergirte en el mundo interior del que tanto huyes.
En la oscuridad de las canciones sin límite, las siestas sin hora, sonrisas rotas y lágrimas silenciosas, aquel pozo que solo tu conoces y del que nunca has sido capaz de salir, al menos no del todo.
Hace unas semanas todo estaba bien, ¿que cambió? ¿por qué volvió el silencio?¿por qué ya no quiero responder?¿ por qué ahora? Cientos de preguntas y ninguna respuesta, llámalo pereza existencial, llámalo locura, o tal vez llámalo cansancio, llámalo como quieras pero por favor dale un nombre, porque yo no puedo.
En este caso, lo malo, es estar sola, y lo que es todavía peor, estar sola por propia elección, porque...¿como le explicas a alguien más lo que está pasando cuando ni tú eres capaz de entenderlo? Eliges la soledad porque es la única opción. Estar sola significa que nadie hace preguntas, nadie espera respuestas.
Entonces te alejas, huyes como la cobarde que eres, una conversación de más de dos frases te estresa y por ello las evitas, los temas superficiales son tus favoritos, las mismas 3 anécdotas de siempre, risas y música, muy alta, que no se pueda hablar, solo bailas hasta que duelen los pies, estás cansada pero sigues bailando, que la fiesta no pare, no puede parar, pero lo hace, y a la mañana siguiente te das cuenta que no ha sido una buena idea, te duele hasta respirar, incluso te cuesta, tu cuerpo no responde como quieres y es entonces cuando recuerdas que ya no eres la de siempre, que tienes límites, cada día mas reducidos, están oprimiéndote, doliendo.
Entonces en medio de todo el caos se enciende una luz, diminuta e imperceptible pero que brilla, una pequeña esperanza y es entonces cuando alguien pregunta "¿es necesario ponerle nombre?", es decir, en realidad es necesario buscar el por qué a todo lo que sucede o a veces con conocer la existencia de que algo pasa, ya bastaría. ¿Por qué tengo que ponerle un nombre a algo que tiene tanta historia? ¿Por qué concentrar tantos sentimientos, pensamientos e ideas en una simple palabra? ¿Para qué? ¿Para quién?
A veces no necesita que las cosas tengan sentido, solo que no se derrumben
A veces no necesitas que alguien te escuche, solo saber que está dispuesto a ello
A veces no tienes que estar bien, solo basta con saber que lo estarás
A veces perderse es la mejor opción
A veces es la única .
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Lo siento
RandomHistorias sin un principio y sin un final Historias que nacen y mueren en un pestañeo Historias que narran una mente oscura y perdida, la mí. Bienvenidxs.