no es real

329 27 2
                                    

Mamá saca un hermoso vestido amarillo patito, "cuak" recuerdo nuevamente a Katniss, una vez bañada y vestida me ayuda con mis trenzas, en esta ocasión me adorna el cabello con unas flores tan pequeñitas, me envuelve en un listón la cintura creando un moño a mi costado izquierdo. Al mirarme en el pequeño espejo roto de nuestro baño, quisiera ver algún rasgo de mi hermana en mi, algo con que recordarla, sin embargo nos parecemos tanto como el conejo al venado. Volteo con mi mamá para darle un abrazo y continuar nuestro día de la cosecha, el primero solas.

Caminamos por el Distrito hasta llegar a la plaza en la que nos acomodarán, una vez que llego a ver las filas en las que nos clasifican por edades, volteo a ver a mi mamá, no puedo ocultar mi miedo ni siquiera un poco, empiezo a hiperventilar tal como lo hice la primera vez que mate un conejo y no debía de sanarlo, quería correr y hacerme bolita en algún rincón de algún callejón en el Distrito. Entonces siento un leve apretón en mi mano-solo es una pequeña muestra de sangre y confirmas tu nombre-dice suavemente mi mamá, como si se tratase de mi primer día de clases y se centra en enseñarme cuando decir "presente" en el salón. Decido tomar su consejo como si este fuese el mismo caso de mi primer día de clases, devuelvo el apretón y al fin nos soltamos las manos, debo de ser valiente, solo he entrado una vez en esa urna, la que compete por mi edad y ya, no he pedido teselas, es casi imposible que entre tantos que piden teselas mes con mes o semana con semana, sea yo quién salga sorteada este año, con ello en mente doy los pasos necesarios para llegar a la fila de mi edad, continuar con esto hasta pasar por quien verifica mi nombre y pica mi dedo índice con algo que parece dar toques, sacando así un poco de sangre de el. Quiero creer que la peor parte ya ha pasado, camino ordenadamente como los demás hacía la explanada en espera de que todo comience y termine pronto.

No puedo dejar de jugar con mis manos, callosas ahora por el trabajo extra que he desempeñado y con una que otra herida por limpiar mal a los animales que he logrado cazar, decido borrar la imagen de mi cabeza lo más que puedo, será mi pan de cada día pero no quiero tenerlo presente una vez venda las pieles y cocinemos la carne, a partir de ahí yo no fui quien cazó la comida ni la venta, solo soy quien come y vende nada más.

Comienzo a jugar con mi listón, miro un poco a mi izquierda buscando un juego de ojos azules que solían perseguir a Katniss y a mi desde que tengo uso de razón, seguro que no ha vuelto a ver en esta dirección desde que mi hermana se ha ido, por alguna razón eso me acongoja el corazón y suelto mis fuerzas, mis manos siguen jugando involuntariamente con el listón de mi vestido, una vez que lo miro por un buen rato decido apartar mi mirada antes de levantar sospechas de quien sea que llegue a verme, centro mi vista en el escenario directo en el cabello de la srita. Trinket, divago un poco en lo divertidas que resultan ser sus pelucas año con año, en como se emociona en estas situaciones como si fuese lo mejor que podría pasar en el año, la clasifico como una pobre mujer que ignora realmente lo que pasa, me siento mal por ella, quizá y sí sabe bien lo que pasa y debe de fingir que todo es amor y flores, fiestas y comida en plenitud de lado a lado, si ella realmente tiene conciencia, está fingiendo cada gesto, cada palabra. Es entonces cuando veo sus labios temblar, noto que su sonrisa es forzada, pero sus ojos brillan, si lo que creo es certero, entonces debe de usar alguna cosa extraña para mantener sus ojos así.

Me quiero convencer de que finge, porque al contrario de las demás presentadoras en los otros distritos, ella no parece tener alguna modificación en su aspecto, solo usa cosas llamativas y colores chillantes, pero fuera de eso, se que sin todo ese maquillaje puede ser una persona normal que sufre y espera que esto termine, tanto como yo lo deseo.

Siento un toque en mi brazo derecho, alguien me esta tocando repetidas veces, volteo a los lados y es cuando comienzo a escuchar lo que pasa: ha dicho mi nombre, la respiración me vuelve a fallar, el miedo bien me podría entumir en este momento, pero por alguna razón que desconozco me logro mover poco a poco, aturdida, mirando a todos lados, aliso mi listón en el corto camino a las escaleras, es raro porque siempre me pareció que era un tramo largo, ahora se me ha hecho lo más corto del mundo, subo los escalones y tomo mi lugar, busco por todas partes a mi mamá, la encuentro junto a la mamá de Rory, la veo intentar sonreírme, se que la esta matando, y que es fuerte por mi.

Desde aquí arriba todo se siente tan irreal, como si fuese a despertar en cualquier momento, el aire tocando mi cara, el olor a alcohol que se cuela de la dirección de mi ahora mentor, mi vestido juega con el viento mientras estoy completamente paralizada aquí arriba, como si me hubiesen clavado las piernas en cuanto subí. Sin poder evitarlo sigo viajando la vista en busca de esos ojos que solían seguir a  mi hermana a todos lados, no los encuentro y no tengo idea de en donde se pueda encontrar, desearía poder verlo por una última vez antes de partir a mi muerte segura... Muerte segura, no se ni defenderme así que estoy más que convencida que no duraré más allá de los primeros cinco minutos en el baño de sangre de cada año, este pensamiento hace que entré en pánico nuevamente, pero debo de controlarme así que fijo la vista a la nada, estaría llorando en este momento pero me encuentro seca, quizá la impresión me lo impide o simplemente no puedo soltar una sola gota de agua.

Katniss me dejó. Ella dejó a mamá y ahora yo también dejo a mamá, creo que es por esto que no puedo llorar porque no me siento con el derecho de hacerlo, al final de cuentas quien se quedará sola será mi mamá, la vuelvo a ver y siento que ha leído mi mente en estos segundos, no te volveré a ver, el nudo reaparece en mi garganta.

-Peeta Mellark- escucho una voz lejana que dice aquel nombre... Mellark-pienso- M- justo la letra que me ayuda a regresar a casa cada día después de cazar, no recuerdo porque he elegido esa letra en especifico, pudo ser la -K- la -P-, quizá he puesto la M por mamá, pero mentiría si dijese que es por eso.

Lo he visto cada día al seguirnos, he visto como nos cuidaba de los asaltantes con el simple hecho de caminar detrás nuestro como si nos escoltase. Desde que mi hermana se fue lo he visto cuidarme cada tarde después de clases, incluso estoy casi segura que es él quien pone el pan extra en la bolsa cada que les vendo las ardillas. En todas estas ocasiones lo he visto de lejos, solo de esa manera, no hemos hablado ni saludado mucho menos estado frente a frente, todo fue de lejos y estoy segura de que Katniss jamás se dio cuenta de ello, pero esta clara su razón ya que se centraba en mantenernos con vida, deshaciéndose así de la vida de una chica de su edad, que no es como si la conociésemos realmente o tuviésemos el tiempo, pero de perdido el tener una amiga con la cual platicar, algo cerca de lo normal para su vida y siempre se cerró a esa posibilidad.

Miro mis manos-Peeta, Peeta Mellark- analizo el nombre y veo que es un lindo nombre para pronunciar por el resto de tu vida, canturreo en mi mente el suave nombre, cuando al fin levanto la vista él se encuentra justo ahí, con su cabello dorado siendo desordenado por el mismo viento que juega con mi vestido, lo veo acercarse y cuanto más cerca está más puedo ver sus ojos-Peeta- pienso de nuevo el dulce nombre y como si me escuchase me mira, le sonrío y me sonríe, esta más cerca y más cerca-Peeta- grito en mi mente, quizá al fin hablaremos y me contará algo sobre el pan, sobre la escuela, sobre como ama a mi hermana locamente, lo que sea que me diga será un buen inicio para entablar conversación, sé que se le dan bien las palabras, lo he escuchado de las chicas de mi grado y de grados mayores, claro que ninguna ha salido con él, pero sé bien que suelen aventurarse a hablarle y él por no ser descortés las saluda, quizá en esta ocasión, como yo soy la hermana de quién él ama, quizá...

Nada, paro mis pensamientos, reordeno la situación, no tiene sentido, no es un día normal, lo veo subir los escalones y es entonces que veo a la srita. Trinket junto a mi, entre nosotros dos, mandando que nos tomemos de las manos, en forma automática hago caso a la orden y entro en contacto con un calor que no había  sentido antes, seguro acaba de salir de la cocina.

Katniss te extraño, pero esta es la primera ocasión en semanas que me alegra tu ausencia, estoy rozando la muerte y mis días están contados, pero serán los mejores porque el chico que te ama como un loco será mi compañero, ¿porque me hace feliz esto? dirás que soy muy pequeña y que no sé nada de esto, pero aún así te diré lo que siento desde hace tiempo por él-lo amo-de una manera que no sabía se podía, de una forma que estoy segura si hubiese tenido la oportunidad sin dudarlo me habría escapado con él a nuestro propio bosque, aunque es un imposible y se que no saldrás de su mente, por primera y última vez estaré cerca de mi primer amor. Peeta Mellark.

Suelta mi mano y regreso a la realidad, voy a un matadero y soy la única loca que está sonriendo.

PAN CON  QUESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora