Parte sin título 14

193 22 2
                                    

La noche caía con una espesa niebla tras ellos. Habían cruzado un arroyo y tenían lodo hasta en las playeras.

-¿ahora sí podemos descansar por un momento?-pidió Primm, quien hasta el momento había tratado de no parecer tan débil.

-ya casi, solo es de tener un pequeño refugio- contestó el rubio delante de ella.

-Peeta, seguro que nadie vendrá en esta dirección por un par de horas-

Volteó a verla solo para tomar en cuenta el estado de su compañera: una pequeña niña era lo que tenía detrás de él; sus delgados brazos  y la ropa sucia la hacían ver más frágil de lo normal.

-creo que tienes razón en esta ocasión-

trató de quitarse una mochila que ya no portaba desde hacia horas, sus provisiones se habían ido colina abajo por un lado opuesto a ellos en algún punto de la caída. 

-¿un poco de agua será suficiente no lo crees?- estaban perdidos, sin provisiones, medicamento o siquiera un cuchillo

-lamento haber soltado el alhajaba y arco, no podía más con ellos-la ojiazul veía con pena el suelo

-de todas formas no sabíamos tirar de él, Katniss era- detuvo sus palabras antes de cometer un grave error- ella era diestra para muchas cosas, seguro podría agarrarle el ritmo más rápido-

-eso creo- siguió su dolorosa mentira ¿porque tenía que sacar a su hermana en cada momento?

-pero ya hablamos mucho de ella--Haymitch lo mataría por desviarse del plan, sin embargo ¿que tanto le podía hacer estando ahí dentro? - dígame Primmrose-

-¿Si? - ¿era rubor lo que tenía en sus pequeñas mejillas?

Miró a todos lados en busca de algo para distraerla lo suficiente--¿que trae a tan hermosa flor por estos lares? - ridículo, pero lo había leído en un viejo libro de su casa. Ella sólo rió un poco por lo bajo

-Peeta- reía mientras se acercaba al enorme rubio frente a ella--no me distraerás de tus heridas--cambió su ceño por el de sanadora, ese mismo que salía en su madre al tener un convaleciente a la vista

-que miedo-susurro. UN MOMENTO se gritó mentalmente UN MOMENTO todo estaba alerta ¿le estás coqueteando? Se alejó al sentir su roce en una de las heridas - sólo dime que hacer y lo haré yo solo--su voz era casi automatizada

-¿de qué estas hablando? - puso sus brazos en jarras a sus caderas - yo soy la enfermera y tú el paciente--lo señalo

Por Dios, que dijese eso no le ayudaba. Tomó todo su autocontrol y se apartó nuevamente de ella - habló en serio Prim, no dejaré que me veas-

Entre cerró los ojos, molesta. Seguro si se tratase de Katniss no pondría resistencia a sus cuidados, podría estarlo matando y él encantado moriría bajo sus inexpertas manos. Pero a ella, una sanadora experimentada, no la dejaba tratar ni un rasguño en su ser. BIEN Peeta Mellark se podía desangrar si así lo quería, que le diera infección si era su deseo. - está bien--no iba a rogar, se dio media vuelta--buscaré un refugio--

-espera--ya era tarde, la pequeña rubia había salido como si nada, lejos de su alcance

---
-no puede haber alguien tan necio-
-no es su culpa-
-¿que no lo es? - ponía fuertemente los platos sobre la mesa-tan solo miralo, se negó a que Prim lo sanara-
-tiene sus razones Katnnis - habló su mamá desde la estufa en dónde calentaba un delicioso estofado de venado
-¿cuáles? ¿Morir antes de salvarla? -
-amor- esas fuertes manos la acariciaban con delicadeza--no lo hace por necio- hablaba más por experiencia que otra cosa
-¿entonces qué es? - no lo comprendía y eso le irritaba
-tan inocente como siempre--la besó castamente antes de girarse a ayudar a su suegra
---
-Katniss esto, Katniss lo otro- pateaba pequeñas piedras en su camino - debería de haber hablado desde un inicio con ella, así tendría los ojos en la realidad - cayó en cuenta de que seguía en un lugar que la grababa todo el tiempo... Tenía que remediarlo de alguna manera--¿porqué no me puede ver a mi de esa manera? - soltó cansada, vencida a la verdad que salió antes de que pensara sus palabras al aire, las lágrimas le ganaban partida, no quería ser una llorona más en ese teatro mortífero, pero le habían ganado a nueva cuenta.
---
La sangre se había secado, dando como resultado un dolor más al quitarse la ropa, el agua ayudaba a revelar la realidad de sus heridas... Más profundas de lo deseado, costras en alguna que otra pequeña sin amenazas a infección.

Prim era buena para eso, había ayudado a su familia, incluso con quemaduras. Pero si la dejaba tocarlo corría el riesgo a no controlarse, dar a conocer a todos que el trágico enamorado resulta tomar interés en la pequeña hermana, la haría ver deseable a los demás, podrían lanzarse a ella en cuanto la logre sacar de ahí, esos depravados pervertidos aprovecharían de todo.

Su hermoso cabello, sus brillantes ojos, las suaves manos... Cuando ríe... No, ellos no la harían reír. Nadie debía tocarla, ella era suya. Solo suya- rayos- se dio un golpe en la cabeza, Prim no era de nadie, mucho menos de él

-espero hayas terminado porque traigo unas plantas que-se giró de inmediato, nunca tuvo problemas con ver a gente de esa manera, todo era objetivo, curar heridas y mantener con vida al paciente-n.. n- apretó las hojas a su pecho, tomó aire, lo tendría que ver como a otro paciente, igual aún tenía sus calzoncillos puestos, no había visto nada que antes no haya tratado - nuevas plantas-saltó con todas sus fuerzas--mira, para infección y para dolor--se las mostraba--deja me quito las botas y hago la macita para que te la pongas--

Estaba rosa por completo, estaban de tono rosa ambos rubios
-gracias, Primrouse- se sumergió por completo en el pequeño arroyo para no sufrir tanto su pena

-De- ya no la escuchaba-nada--en cuanto se dio cuenta de ello comenzó a sentirse tranquila, no la vería hecha un tomate mientras preparaba la medicina

Sus corazones latían a tal velocidad que se sentía hasta la garganta

Es una niña, es una niña, se repetía el rubio bajo el agua... Pensar en Katniss, enamorarse de nuevo de ella, esa sería su salvación, olvidar a Prim, tomar todo lo bueno que recordaba de la ojigris e inyectarcelo en el cerebro era su solución...

Katniss

PAN CON  QUESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora