Dos días más tarde..
Annie despertaba sin motivos, su niña no estaba, y su niñito estaba en las garras de ese patán, su mente no descansaba un segundo, será que tenía frío? Será que también pensaba en ellos y los extrañaba a rabiar como ellos a el? Será que de pronto tendría hambre? Sera que lo tenían solo y abandonado? Sin nadie que le dé un beso, un abrazo, alguien que le cante antes de dormir y lo hamaque suavemente como ellos le hacían? Sera que jamás lo volvería a ver? Sera que algún día se reencontraria con su amado niño? Todos esos pensamientos se vieron erradicados de su mente al entrar a la cocina y encontrarse con el semblante serio de todos. Algo ocurría lo intuía pero que? Será que habían encontrado a su hijo? De ser así porque no estaban felices? Será que tenían malas noticias? Sera que le perdieron el rastro o que se lo llevó fuera del país? La desesperación le comenzaba a ganar, quería saber, necesitaba saber. Poncho tomo su rostro y beso su frente, se mantuvo allí, Annie rápidamente se dió cuenta que estaba llorando, lo dejo unos minutos para que se descargue, pero su ansiedad pudo más y se separó.
-. Que es lo que ocurre?-.
-. Papá está en la jefatura Annie.. interrogaran a Martín-.
-. Y Dani?-.
-. Aún no se sabe, es lo que intentarán averiguar-.
Las horas pasaban despacio, la intriga crecía a cada segundo, nadie hablaba, todos estaban pendientes de alguna llamada.. nadie quería si quiera usar su teléfono, todo era silencio o charlas en pequeños susurros.. El sonido de la puerta de la entrada hizo que todos se pongan de pie y se dirigieran hacia el Hall, donde se encontraron con un Gerardo, que muy en vano intentaba ser fuerte, intentaba secarse las lágrimas. Todos se taparon la boca debido a la sorpresa.. Annie y Poncho se acercaron a el.
-. Donde esta Daniel?-. Habló Annie, Gerardo la miró a los ojos y allí lo entendió todo-. No.. espera.. no-. Comenzó a quebrarse, Poncho la abrazo-. Dime qué es una pinche broma poncho-.susurro.
-. En dónde?-. Habló luego de llorar varios minutos abrazado a Annie
-. En las afueras de Jalisco.. un descampado-. Espero unos minutos más, el dolor era insoportable-. Tienen que ir a reconocer el cuerpo-. Susurro.
-. Annie, debemos de ir-.
-. Quiero a mi bebe-.
-. Ahorita lo veremos vale? Y le haremos una despedida como se merece-. Susurro, y dirigió la mirada al resto-. Ahorita volvemos-.
Se sentaron atrás, en ningún momento se soltaron, en ningún momento dejaron de llorar, habían perdido a su bebé, a su hombrecito, a ese ser hermoso que le llenaban los días de alegría! Como seguir luego de esto? Como decirle al mundo que se sale? Como decirle a Gemma que su hermanito cayó en manos de un patán y que lo asesino, en medio de todo ese dolor llegaron a la morgue nacional de México, allí esperaron a que Gerardo deje de hablar con el encargado, y luego de varios minutos, el mismo encargado les hizo señas para que lo siguieran, caminaron detrás suyo por varios pasillos, hasta entrar en un frío y tétrico cuarto, donde frente a ellos se encontraba el enfermero, un policía y ellos con Gerardo..
-. Es este su hijo?-. Destapó la sábana que cubría el pequeño cuerpo.
Annie enterró la cabeza en el pecho de Poncho, intentando permanecer fuerte, pues quería saber qué fue lo que le había ocurrido a su pequeño, Poncho la abrazo fuertemente, y derramó varias lágrimas, hasta que logró componerse.
-. Es el-. Susurro. El enfermero volvió a tapar el cuerpo.
-. Que fue lo que ocurrió?-. Habló Gerardo.
-. Señor Herrera, el niño sufrió asfixia, quemaduras de aparentemente cigarrillos, y estrangulación, aparentemente, cuando lo dejaron en el descampado, pudo haber estado inconsciente pero con vida aún, pues la causa de muerte es hipotermia-.
-. Cuando podremos tener el cuerpo?-. Susurro Gerardo.
-. En unas horas-.
Sin más salieron de allí, solo subir al auto hizo que Annie se derrumbara, no controlo su estado emocional, su dolor fue más fuerte que ella, mucho más.. Que había echo de malo en la vida que la castigaba de esta manera? Porque con su pequeño? Porque su pequeño príncipe debía de ser muerto de esa manera? Tan cruel y despiadada? Porque la vida se lo arrebataba desde las entrañas? Porque? Y ahora como haría!? Como continuar luego de esto? Como explicárselo a Gemma?
-. Bueno?-.
-. Hola Ponchito! Mami no responde el teléfono, está todo bien?-.
-. Si, solo salimos a dar un paseo y dejó el telefono-.
La niña se despidió y colgó con la promesa que llamaría más tarde, pues su abuela la esperaba para ir a una excursión.
-. Como.. como le diremos-. Susurro-. Como haremos?-.
-. Lo veremos luego güera.. ya veremos-. Acariciaba su espalda.
-. Fue mi culpa! Jamás debi de meterme con ese cabron!-.
-. No fue tu culpa, ni de nadie, tu estabas en tu derecho de rehacer tu vida luego que yo la fregue, ni te imaginabas que el cabron era un miserable-.
-. Lo lamento-.
-. No lamentes nada güera, no tienes nada que lamentar, ni nada por el que pedir perdon vale?-.
Annie asintió aún en el pecho de Poncho, solo se separaron para descender del auto hacia la casa, donde se bañaron y cambiaron, en medio de lágrimas, la familia se dirigió a la cocina
-. Ya está el cuerpo de Dani-.
Entro casi corriendo, todos se subieron a sus autos, Poncho y Annie viajaban junto a Ucker y Dulce ya que según la familia ni Poncho ni Annie estaba en condiciones de manejar.
En completo silencio ingresaron a la sala, allí en medio había un pequeño ataúd con el cuerpo de Dani dentro, el dolor era desgarrador, Annie se aferró a la camisa de Poncho con fuerza, mientras que el la abrazaba y besaba su frente.
-. Porque Poncho.? Porque nuestro bebé?-.
-. No lo sé güera, no lo se-. Susurro Poncho.
Ucker se acercó y los abrazo a ambos.
-. Lamento no haber cuidado mejor a su ahijado-. Dijo Annie viendo a Ucker y Dulce.
-. No digas eso güera, no vuelvas a repetir eso ,lo importante ahora es que ustedes tienen que estar bien vale? Todo va a estar bien-.
-. Gemma aún no lo sabe?-. Pregunto Ucker, Poncho negó con la cabeza.
-. Como le explicaré a la niña que el tipo que metí en la casa fue quien la mando a secuestrar a ella, quien mató a su hermanito-.
-. No lo sé güera, pero tú no estás sola, tienes a tu familia, a la familia de Poncho, al bufete.. a tus amigos y amigas.. no estás sola güera, no sientas eso-.
Annie solo asintió, intentando no llorar, las horas pasaron demasiado rápido, un hombre de traje se acercó a ellos.
-. Lamento mucho esto, pero hay que llevar el cuerpo al cementerio-. Suspiro-. Necesito si pueden todos salir afuera, prepararemos el ataúd para llevarlo.
Ambos asintieron y comenzaron a salir todos, en medio de un llanto que parecía no terminar para Annie, Poncho la atrajo a su pecho, y susurro.
-. Hermano, será que podrás poner el auto detrás del fúnebre?-.
-. Claro hermano-. Sin más se perdió en medio de la oscuridad.
El hecho de dejar a su hijo en el cementerio fue dejar su corazón allí, al llegar a la casa nuevamente, se fueron a acostar, el llanto de Annie no mitigaba, Poncho se acomodó en su cama, y ella enterró su cara nuevamente en su pecho, su tacto quemaba, su cuerpo la deseaba, pero el dolor no les permitía más que llorar y abrazarse fuertemente.. hasta que el sueño los venció.