K de Kilo

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Nico había pasado unos días en su cabaña sin salir, era el aniversario de la muerte de Bianca y no tenía animas para nada ni nadie. Y eso aunque no quisiera, incluía al proble Will.

Esos días Nico no había comido, ni le había dado el sol, se podría decir que no se había ni siquiera movido de la cama.

El cuarto día Will durmió en la puerta de la cabaña de Nico, peserando que saliera pronto. Y para su suerte así fue.

Lo primero que noto Nico nada más abrir la puerta fue la luz de la luna, y después que había alguien en el suelo. Cuando se agachó y dijo su vista vio a su dulce novio durmiendo con una almohada. Por inercia le salió una sonrisa, dejó un sueve beso en su frente. Will abrió los ojos adormecido, debían de ser la 2 o 3 de la madrugada. Lo primero que el vio fue la sonrisa de Nico y luego su mirada dulce.

-¿Que haces aquí?

-Esperar a que salieras.

-Ya estoy aquí, que quieres hacer.

-Es tarde, y las Arpías hacen daño.

Nico río y se sentó junto a su chico. Usando su magia del Inframundo, hizo una rata con huesos del suelo y le dio vida.

-Tengo hambre y las Arpias saben que yo también hago daño.

Nico se puso otra vez en pie y estiró su mano frente a Will, este sonrió y la tomo . Ambos empezaron a andar pegados a la cabañas, se defenderán de las Arpian si les encontraban, pero si podían evitarlo, mejor.

-La verdad es que has perdido algún Kilo, no estaría mal que lo recuperarás.

-Will, quiero ir a colarme a la cocina y cenar con mi novio, no con mi médico.

-¿Luego dormimos juntos?

-Si lo que quieres es dormir...

Will se lo pensó, le gusto el tono que sugería Nico y aunque no le había gracia colarse en la cocina,si le gustaba Nico y mucho, así que la decisión fue bastante rápida.

-Hecho.

Nico río y le dio un apretón en la mano. Con ellas unidas llegaron a la cocina, sin percances con las Arpías. Will se puso un delantal y se preparo para cocinar.

-¿ Que te apetece?

-spaghetti con tomate.

-Son carbohidratos, te irán bien.

-Will...

-Lo siento. Lo siento. Solo novios, lo prometo.

Will se estiró sobre la encimera y le dio un casto beso en los labios. Le acuario la mejilla y volvió a los fogones bajo la atenta mirada oscura de Nico.

-Y ahora, spaghetti.

De la A a la Z. 2 °Solangelo°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora