II. 𝐂𝐎𝐍𝐎𝐂𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎 𝐀 𝐊𝐎𝐊𝐎𝐑𝐎

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La ceremonia estuvo aburrida para todos, excepto para cierta pelirrosa que, por más que ha escuchado el mismo discurso monótono del director tres años seguidos, le sigue interesando que cuente la historia del colegio Otomo, las normas del mismo, entre otras cosas.

─Este colegio es tan hermoso que no me canso de escuchar su historia─ dijo.

─Pssh, qué paciencia para aguantar a este viejo hablar─ le contestó Urabe.

─Pues ese viejo le hizo caso a tu mamá y nos dejó a todos en la misma clase cuatro años seguidos, tienes que agradecer eso─ le dijo la pelirrosa.

─Es verdad─ interrumpió Kishida─. No seas malagradecido y aprende de Kumi, que es la mejor persona para darnos ánimos en la vida.

─"No seas malagradecido", plot twist: tú vives quejándote de que ninguna chica se te acerca, y nunca agradeces que tienes amigos.

─...─ para disimular su "vergüenza" por lo que el de la cicatriz dijo, le respondió con otra cosa─ Plot twist es una de las muy pocas cosas que sabes de inglés.

─¡NO ME CAMBIES DE TEMA!

Mientras estos dos discutían, Nakayama y Nishio se dieron cuenta de Ai aún no había llegado.

─¿Y Ai?

─¿Acaso se le ocurrió faltar el primer día de clase?

─Es una pena. Ojalá no le haya pasado nada...

Cuando el director por fin terminó de contar todo, nombró todos los grupos y les indicó dónde estaba su respectivo salón.

Por primera vez en años, a los chicos les tocó en el piso de abajo, en el salón 2 exactamente.

─Me cago en todo─ se quejó Urabe.

El lado bueno es que es literalmente el primer salón a la entrada del colegio, lo que significa que apenas suena el timbre de salida, los chicos son los primeros en salir, y no tienen que esperar una vida a que se vacíen las escaleras. También está la postura en que no tienen que bajar las escaleras y perderse dos minutos de cada recreo, porque tienen el patio a unos pasos.

─Pero aún así me voy a perder los amaneceres en invierno─ seguía haciendo berrinche el oji-verde.

─Los puedes ver igual, tonto.

─¡Pero la gracia es verlos desde un lugar alto!

─Dios, hay que darle crédito a tus padres por tener que aguantarte todos estos años...

─¡Kishida, te voy a romper la ca...!

─Ya, dejen de pelear, por favor─ les rogó Kumiko, con los típicos ojos de perro triste.

─Sí, corazón, si nos dejas adoptarte dejaremos de pelear hasta que nos lleve el diablo─ los dos la acariciaron como si fuesen sus dueños.

─Chicos, a Nitta literalmente le tocó en el piso de más arriba─ les comentó Nakayama.

─¡¿QUÉ?!

─Me acaba de escribir y me dice que le tocó en el salón 22.

─¡Me lleva!─ exclamó Urabe.

─Okey, no me voy a enojar por esto─ dijo Kumi, en un tono tranquilo.

─Qué tranquilidad tienes, sabes que tu novio está en un salón muy lejano al tuyo y estás como si nada─ le dijo Nishio con asombro.

─Y sí, yo no me enojo por estas cosas, no como Urabe, que se enoja por tener el salón al lado de la entrada.

─Sólo por ser tú no te voy a pegar, Kumi-sempai. Pero es que sí, o sea... si el profesor está entrando va a llegar aquí enseguida, el año pasado demoraba al menos un minuto y medio en encontrarnos.

𝗠𝗜 𝗡𝗢𝗩𝗜𝗢 𝗘𝗦 𝗨𝗡 𝗩𝗔𝗠𝗣𝗜𝗥𝗢 𝟮 ❱ 𝗖𝗧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora