Estos últimos días, Ai ha estado muy cortante con todo el mundo. Hubo días que no fue al colegio, cuando fue, casi no hablaba con los chicos. Ellos sospechaban que eran problemas familiares. Querían hablar con ella, pero la peliblanca no se los permitía. Estaba sola todo el tiempo, mayormente escuchando música con sus audífonos. Kumiko estaba muy preocupada, porque odiaba con toda su alma ver a la gente así.
Y no era distinto con Kokoro, quien tampoco ha hablado mucho con los muchachos. Vivía dibujando en su bloc de dibujos, pero no eran dibujos random como los que solía hacer comúnmente, estos parecían tener significado. Kumiko aprovechaba las veces que ella se iba al baño (a llorar) para ver con detenimiento los dibujos de la rubia. En una ocasión vio el dibujo de una chica, una mitad era ella sonriendo, tenía el cabello rubio, y la otra estaba en blanco y negro, llorando. Ella supuso que podría ser la misma Kokoro. Otro dibujo que le llamó la atención fue el de una niña y una adolescente, ambas de cabello rubio. La niña sonreía mientras que la adolescente tenía una expresión de que estaba perdida por la vida. Lo primero que se le vino a la mente a la pelirrosa fue la idea de que esas dos chicas podrían ser la misma persona, en este caso, Kokoro. Y otro dibujo que pudo ver fue el de una mujer y una niña, ambas de cabello rubio. Podría simbolizar a una madre y a su hija. Ambas sonreían y de fondo había una playa.
La conclusión a la que llegó Kumiko, fue que Kokoro era una niña feliz, pero ahora, por razones aun desconocidas, no podía sonreír tanto. Algo que no le quedaba claro era... ¿qué simboliza la mujer? ¿Podría ser la mamá de Kokoro? Quizás la razón por la que ella ya no sonreía tanto era porque su madre ya no está, por equis o ye razón.
─Eso explica muchas cosas...─ pensó.
Entonces, para animar a ambas chicas, decidió invitarlas a ir a Starbucks. Las tres. Una tarde de chicas. Tal vez el sábado, en dos días.
─Haré que estas chicas sonrían otra vez.
─Ai-chan.
─¿Qué?─ habló de mala manera.
─Sé que estás pasando por un mal momento, y que quizás no quieras vernos, pero quería preguntarte si quieres ir a Starbucks conmigo y con Kokoro el sábado─ sonrió levemente.
─Bueno, solamente porque quiero estar lejos de mi casa y de mi vecindario, además me gusta el helado de Starbucks.
─Jeje, esa es la actitud, Ai-chan─ la abrazó.
La peliblanca apenas correspondió el abrazo, pero realmente no quería que ella la tocara.
─Kokoro, ¿quieres ir a Starbucks el sábado conmigo y Ai?
─¿A qué hora?
─Con Ai arreglamos a las tres y media, pero si no te queda cómodo podemos cambiar...
─No, no, creo que a esa hora está bien, ya que él podría estar durmiendo la siesta, o quizás salir al bar...─ pensó lo último.
─¿Entonces sí aceptas?
─Síp, ¿pero podemos volver antes de las cinco y media?
─¿Por? ¿Tienes otros planes?
─Es... algo personal, es todo.
─Oh, entiendo. Como quieras.
─Muchas gracias.
─De nada─ sonrió.
Ahora que tenía con quien ir a Starbucks, sólo quedaba esperar a que empiece la diversión.
Finalmente acabó la jornada escolar del jueves. Kokoro salió charlando con Kumiko. Luego ambas se separaron, y la rubia estaba dispuesta a irse a su casa, cuando se topó con la persona que menos quiere ver en su vida.
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𝗠𝗜 𝗡𝗢𝗩𝗜𝗢 𝗘𝗦 𝗨𝗡 𝗩𝗔𝗠𝗣𝗜𝗥𝗢 𝟮 ❱ 𝗖𝗧
FanfictionKumiko y Nitta son novios oficialmente, y ella pudo graduarse de la secundaria junto a Urabe, Kishida, Nishio y Nakayama; Nitta, al ser un año menor que ellos, está en tercero aun. En preparatoria tendrán nuevas aventuras, como la llegada de una chi...