XI. 𝐋𝐎𝐒 𝐊𝐔𝐑𝐔𝐒𝐇𝐈𝐍𝐃𝐀

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Ai siguió a esa chica misteriosa hasta su escondite, que era un "sótano secreto". Para acceder a él había que entrar por una puerta, escondida en lo profundo de un callejón, y bajar unas cuantas escaleras hasta llegar a ese cuarto donde llevan refugiándose de la policía varios años.

─O-oye─ le habló Ai a la chica, mientras bajaban las escaleras del escondite secreto.

─¿Sí, corazón de melón?─ la chica era muy dulce, y hermosa.

─¿Cómo te llamas?

─Soy Airi Kobayashi, ¿y tú?

─Ai Yamabuki.

─Oh, con que te llamas amor.

─Mucha gente me lo ha dicho, pero no he tenido la vida más amorosa, tampoco soy la persona más amorosa, entonces es una ironía, jeje.

─Cosas que pasan. Mi nombre significa "amado jazmín", literalmente, pero tampoco fui muy amada en la vida, y no soy ningún jazmín─ rio.

─Jaja...

─¿Estás preocupada por conocer a los demás? No te preocupes, algunos son muy pacíficos, pero otros se ponen como locos al ver personas nuevas. Piensan que son víctimas y se preparan para matarlas...

─Miedo─ tragó saliva, con una expresión que denotaba un gran susto.

─Yo les meto mi paraguas por el culo si intentan tocarte un pelito. 

─Pues, gracias...─ la peliblanca seguía en duda de si debía confiar en una asesina como ella. Quizás Airi la estaba llevando a que la maten de las peores formas posibles, de todas formas, no le importaba morir. Podría estar con su tía en el Más Allá.

─Llegamos─ dijo Airi.

─Vaya, parece divertido esconderse aquí...

Las dos bajan los últimos escalones, y se encontraron con toda la pandilla.

─¡Chicos, podríamos tener un nuevo miembro!─ anunció Airi.

─¡¿Qué?! ¡¿Alguien más?! ¡Ya tengo suficiente con aguantar a Hideki comiéndose todo nuestro helado!─ reclamó una chica de cabello negro, amarrado en dos coletas, y los ojos idénticos a los de Airi.

─¡¿Qué?! ¡¿Alguien más?! ¡Ya tengo suficiente con aguantar a Hideki comiéndose todo nuestro helado!─ reclamó una chica de cabello negro, amarrado en dos coletas, y los ojos idénticos a los de Airi

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─Maiko, no hay nadie más glotón que Hideki y que Godan─ le respondió Airi, su hermana.

─¡Tampoco como tanto!─ se quejó el recién nombrado, Godan, un chico alto, de piel clara, cabello naranja y ojos verdes.

─¡Tampoco como tanto!─ se quejó el recién nombrado, Godan, un chico alto, de piel clara, cabello naranja y ojos verdes

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𝗠𝗜 𝗡𝗢𝗩𝗜𝗢 𝗘𝗦 𝗨𝗡 𝗩𝗔𝗠𝗣𝗜𝗥𝗢 𝟮 ❱ 𝗖𝗧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora