Kumiko y Nitta son novios oficialmente, y ella pudo graduarse de la secundaria junto a Urabe, Kishida, Nishio y Nakayama; Nitta, al ser un año menor que ellos, está en tercero aun. En preparatoria tendrán nuevas aventuras, como la llegada de una chi...
Ai fue la primera persona en saber que Kokoro está enamorada de Urabe. Realmente sintió alivio porque la amiga en la que más confiaba estaba enamorada de otro chico que no era el amor de su vida, era un milagro sabiendo que muchísimas chicas de la escuela aman a Nitta.
Pero cuando Kokoro le comentó que ellos se estaban tomando de la mano, se le ocurrió una idea, una idea muy cruel, porque va a herir a más de una persona...
─Oye, Kokoro-chan, ¿qué tal si te ayudo a conquistar a Urabe?
─¿Enserio?─ se ruborizó levemente.
─Por supuesto. Lo mereces, porque Urabe, a pesar de ser un poco torpe, es bonito, y al ser muy cariñoso con Sakagami, lo puede ser también contigo.
─¿Sakagami?
─Es el apellido de Kumiko.
─Ya sé, ¿pero por qué le dijiste por el apellido en vez del nombre?
─Porque... me parece bonito─ excusó.
─Mmmm okey. ¿Y cuál es tu plan para que Urabe quiera estar conmigo?
─Es una sorpresa, jiji.
─¿No puedo saber ni una partecita del plan?
─Nope.
─¡No es justo!
─Pero valdrá la pena, te lo garantizo─ le guiñó el ojo.
─Okis. Yo voy al baño.
─Está bien.
Kokoro dejó sola a la peliblanca.
─Muy bien, hora de ejecutar el plan: "Púdrete, Kumiko Sakagami".
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Muchas chicas de la clase de Kumiko se reunieron en un grupito en el patio, a la hora del último recreo.
─Chicas, ¿no creen que Sakagami es muy sumisa e inocente?─ preguntó Mayumi, una de sus compañeras.
─Sí, sonríe todo el tiempo, como si todo en la vida fuera puro arcoiris─ dijo Haruka.
─Me parece muy tonto, por más que esté bien ser positivo, pero me parece que lo lleva a otro nivel. Ella admitió varias veces que no le gusta enojarse, pero de vez en cuando está bien hacerlo, porque es una emoción humana─ comentó Sayuri.
─Pienso que su positividad es muy tóxica, y da rabia que sonría tanto. Quizás de por sí yo soy bastante amargada (por situaciones familiares y personales), y ver muchas sonrisas como que me harta, pero con Sakagami me pasa que siempre que sonríe o que dice una de sus frases filosóficas, me dan ganas de tirarle el pupitre por la cabeza─ habló Sora.
─¿Qué no se da cuenta? Además, todas nosotras, incluso las chicas de la clase de Nitta-sempai, estamos tirándole piropos y cosas lindas de vez en cuando, y ella ni parece molestarse, es como si no le importara que un día viera a una de nosotras dándole un beso a su novio. Es muy dejada─ opinó Yayoi.
