Adivinen quién llegó :V Ok no me explayaré tanto. Bien, espero que el capítulo les guste, como siempre ha sido escrito con bastante amorsh.
No puedo creer que ya llevemos 10 capítulos y aún sigamos en el C.G... esto va para rato, espero que no se me vayan a aburrir :O
Como siempre los créditos a YeiSi, la creadora de cada pinche hermoso dibujo de este fic, sí, su servidora no dibuja bien así que consiguió a una chica que dibuja lindo c: El enlace a su insta estará en en enlace externo <3
Weno, voten y comenten, pero voten po, no se hagan na las lesas que aquí se me va a salir too lo chileno :V ok ya, mejor me voy a dormir ajaja
Hasta pronto <3
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En mi piel
Todos nacemos como seres sexuados... la sexualidad es parte normal y natural del desarrollo. Se refleja en los valores, en las actitudes, en el crecimiento, incluso, en las decisiones que se van tomando a lo largo de la vida.
Después del sexo, a él no le gustaba besar a la chica que tenía al lado, porque besarla significaba reafirmar la noche que había transcurrido en medio de las sábanas, era una forma muda de decir: "Te quiero"; cuando realmente ese no era el sentimiento que lo embargaba.
Después del sexo él, sin pedir permiso, y con todo atisbo de descaro, pasaba los labios por el cuello de la mujer y la mordía para alimentarse. No necesitaba pedir permiso, pues en la cama él lo daba todo para satisfacerse y para satisfacer a la chica. Que lo último jamás se confunda, él no se entregaba a la otra persona, percibía el sexo como si fuera una forma tangible de billete o moneda que se intercambiaba por una mordida... una sola mordida que le daba vida a su vida.
Entonces, para él, el coito era la forma monetaria, una moneda legal, pues acostarse con 1 o 3 mujeres —a la vez. —no era un pecado, a menos que la muchacha ya tuviera pareja, de ser así él la pasaba sin siquiera pensar en todo lo que le haría a solas para finalmente acceder a ese líquido tan preciado, la sangre. Líquido rojo carmín cargado de oxígeno y otros nutrientes, vertida en saborizantes metálicos, agrios, dulces... placenteros.
Cuando el mundo le daba la bienvenida al amanecer, él tomaba sus cosas y se perdía por días de la chica con la cual había estado. Pero si por disimulo su cómplice lo pillaba arrancando, él se limitaba a decir: "Lo siento, esto sólo fue un desliz"; no lo preocupaba en absoluto, igualmente volvían a llegar a su puerta.
Sin embargo, un día, desnudo en medio de una habitación iluminada por las velas, le besó parsimonioso el vientre para llegar hasta sus labios, él era el nómade y ella la brújula, una brújula que indicaba hacia el norte, un norte que él había podido encontrar.
Ese día se entregó por primera vez, ese día, y al terminar aquel acto tan sencillo —y a la vez tan complejo. —la besó, la besó cómo nunca había besado después de hacer el amor, y es que nunca había hecho el amor...
Tiempo después la tomó de la cintura y comenzó a besarla con mucha ternura. Esa noche, así como muchas otras, fueron a la cama, se desnudaron y se hicieron uno. Era un acto de amor puro, un acto de entrega hacia el otro.
Después de haber hecho el amor se recostaron entre las sábanas, se abrazaron y se besaron. Él había logrado olvidar lo que tanto le preocupaba desde hacía días. Se miraron a los ojos y se sonrieron de felicidad.
—No sé por qué, pero contigo me siento el hombre más feliz del mundo. —susurró.
—¿De verdad? —ella se sorprendió.
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No me olvides
FanfictionLos vampiros solo se enamoraban una vez. Eso era una realidad tan poco amablemente aceptada, algo tan irrisorio que lograba contrastar con las conductas casanovas de estos. Nevra era el típico hombre apuesto que utilizaba sus virtudes para hacer ca...