No me olvides

Perfume

Hola :3 ahora sí que llegue 7u7, falta una hora para el viernes en mi país, pero yo debo ir a acostarme así que Ñeee jajaja espero que les guste.

Bien, les dejo el primer capítulo de la temporada ¡Yujuu! Y algunas notitas al final ;)

PD. Dejen votos xD

Disfrútenlo 7w7

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Perfume

Ya no quería volver a sentir el perfume de Nevra...

Tomó su bolso y miró a Shaitán por última vez. Salió despacio del cuarto mientras que sostenía fuertemente el papel en su mano.

Llegó a la gran puerta.

—¿Y esto? —le preguntó un guardia.

—Es una misión. Necesito recoger orugas luminosas.

—Nadie puede salir.

—Está timbrado... es una misión.

El guardia se acercó hasta su compañero y le mostró el papel falsificado; ambos terminaron asintiendo.

—Bien, pero no te demores.

—No lo haré.

Salió por la puerta mientras esta se cerraba tras ella, al fin era libre... al fin podría irse del C.G.

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Llegó un día de invierno cuando la nieve desfilaba desde el cielo hasta caer al suelo. Una belleza de la naturaleza que solo aparecía en invierno, la época fría, pero a la vez acogedora. Llevaba solo un vestido que le llegaba hasta las rodillas descubiertas. Sus brazos se habían comenzado a poner helados, tanto así que decidió abrazarse a sí misma para comenzar a calentarse. Exhaló y vio que su aliento se hacía visible para finalmente esfumarse en medio de la soledad.

La nieve seguía cayendo sobre ella, sobre su pelo castaño y sobre su piel blanquecina. Miró hacia todos lados hasta dar cuenta de los árboles y el extraño círculo de setas de donde había aparecido. Sus ojos violeta estaban más claros que de costumbre, no entendía qué ocurría, no sabía quién era ella, no recordaba su nombre, ni su presente, mucho menos entendía su pasado. Tenía vagas nociones de estar caminando por un sendero iluminado por el sol junto a su corazón lleno de cargas, sin embargo, había cambiado todo en un abrir y cerrar de ojos; El astro rey que alumbraba el cielo había sido reemplazado por nubes blancas que descargaban nieve y más nieve.

Comenzó a caminar torpemente por la senda que el bosque le ofrecía. La nieve seguía cayendo, y ella seguía sin entender lo que ocurría. Ni siquiera pudo mantenerse de pie al dar el quinto paso hacia el frente, pues perdió el equilibrio y cayó al piso. Volvió a pararse otra vez. Su cuerpo temblaba, no sentía sus extremidades... lo único que sabía era que La Muerte la rodeaba con su gran guadaña de plata, con la esperanza de que, al mostrar cualquier atisbo de mayor debilidad, él le robaría completamente el alma... era un demonio, un justiciero que veía las vidas, el juez capaz de otorgar la muerte... la muerte vestida de negro, el contraste definitivo de la pureza que caía desde el cielo... Pero al mirar atrás de ella, no encontró a aquel ser que supuestamente la miraba, solo había nieve, árboles y un pequeño animalito que ella jamás había visto en su vida.

Consiguió ponerse de pie y seguir caminando hasta que llegó a una explanada que iba en subida hasta una gran muralla blanca. Su cuerpo seguía temblando, sin embargo, aún tenía fuerzas para moverse en medio del frío hasta llegar a la preciosa ciudadela. Cuando se irguió frente a la hermosa puerta, notó que esta estaba cerrada para evitar el ingreso, o la salida, de intrusos como ella, no obstante, ella se estaba muriendo, por lo que no le importó golpear o patear la puerta, necesitaba ser escuchada, necesitaba calor.