De un soldado entre las sombras

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Hola otra vez. Aquí les dejo el capítulo. Cuídense.

Algunos personajes pertenecen a Beemoov.

Las imágenes de este fic son hechas por YeiSi.

Disfruten el capítulo, no se olviden de dejar su voto y su comentario <3

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De un soldado entre las sombras

Respiraba con dificultad, apretaba la mandíbula tratando de aguantar el ardor de su ojo y la impotencia de pensar que podía perderlo. Pero definitivamente no podía aguantar por mucho tiempo aquel dolor.

Los gritos se escucharon hasta en la sala de las puertas.

—¿Qué pasó? —se preguntaron algunos.

Y en medio de aquel tumulto de personas que miraban en dirección a la enfermería alguien dijo:

—Creo que lo atacó un gallytrot.

...

Despertó sintiéndose completamente débil, no podía ni siquiera pedir un poco de agua.

A medida que fue recuperando la conciencia, también fue recuperando el dolor que había sentido en toda su cara, especialmente en su ojo izquierdo. Lamentablemente estaba muy cansado. No veía nada, algo tapaba su visión.

Sintió una mano que apretó con fuerza su mano; era Karenn, él lo sabía demasiado bien.

—Recupérate pronto, cariño. —le dijo.

Cariño... la vampiresa nunca lo había llamado de esa forma, sólo él le decía así.

Hizo lo posible por devolverle esa caricia, pero no pudo. El malestar era más fuerte que cualquier otra cosa.

Cerró sus ojos y volvió a quedarse dormido.

...

Despertó. Sintió una punzada en su ojo herido, una punzada que lo hizo quejarse. Aún seguía teniendo algo en su rostro... algo frío y húmedo que no lo dejaba ver.

Tranquilo, Nev. —habló una voz suave. La voz de Eweleïn. —Todo pasará pronto.

Sintió otra punzada, algo que lo picó en el brazo y que hizo que de inmediato el dolor que sentía se dispersara, y así también, sus ganas de estar despierto.

...

—¿Cómo está?

—Mejor... aunque está demasiado débil aún. Es conveniente que siga aquí durante unos días más.

Escuchó en sueños una conversación entre Irma y el jefe de la enfermería.

—¿Perderá la vista?

—No lo sé... Aún le duele demasiado así que sólo he desinfectado. Cuando despierte veremos si él...

...

Seguía sintiendo debilidad, pero al menos para esa vez tenía sólo la mitad de la cara cubierta por lo que podía ver perfectamente en qué lugar se encontraba.

Todo estaba en oscuridad, aunque podía vislumbrar algunas cosas a su alrededor. Pudo ver sus sábanas, las paredes y parte del suelo que, a la luz del día, debían ser de un blanco impoluto. Logró ver las estanterías y un escritorio, ambos muebles repletos de objetos médicos de los que sin lugar a dudas, en su mayoría, él no tenía conocimiento de la utilidad de cada uno.

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