Capítulo 7 [+18]

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Capítulo 7

Tony Stark no era una persona que huía de las situaciones. Todo lo contrario, las enfrentaba, porque podía, porque siempre tenía el control. Ese poder que le había sido automáticamente dado al nacer en una familia millonaria y ese poder concedido por la herencia que le había regalado un cerebro superior. Dinero e inteligencia era la peligrosa mezcla que lo conformaba. Y el control y el poder y el poder de perder el control y luego recuperarlo, lo emocionaban demasiado. Lo llenaban de una profunda adrenalina que parecía necesitar para vivir. Tony Stark nunca se arrepentía de sus acciones.

Fue por eso que, cuando sintió el segundo dedo de Steve palpar nerviosamente su entrada, se mordió el labio inferior para no soltar una maldición o alguna torpe excusa pidiéndole que parara.

Él se había buscado eso.

Tony había estado tentando al capitán no creyendo que realmente lograría provocarlo a ese nivel, no sabiendo que Steve pudiera ser tan dominante y mucho menos había imaginado que a él le habría excitado tanto ser dominado.

Debió haberlo supuesto después de aquel día en Alemania cuando una alta y agresiva rubia lo había amarrado a su cama y él había tenido uno de los mejores sexos de su vida. Pensó que había sido producto de aquellos tarros llenos de fuerte y espesa cerveza alemana pero esta situación lo hizo entender que no.

El tercer dedo lo sacó de sus pensamientos. Nunca había llegado a algo así con un hombre, bueno, más bien nunca ningún hombre le había atraído, nunca había tenido sexo con un hombre ¿Qué demonios estaba haciendo? Estaba a punto de levantarse y encontrar la manera de escapar cuando los labios de Steve se sellaron sobre los suyos. Entonces su mente se convirtió en un torbellino y se aferró a su espalda cuando la lengua del rubio se introdujo lentamente en su boca.

Notó sus entrepiernas firmes y erectas rozarse entre si cuando recibió el cuerpo del rubio entre sus muslos y una punzada de excitación le recorrió la espina dorsal, llegando directamente a su cabeza.

Y de nuevo esa tortuosa necesidad. Sentía cada partícula de su piel arder, rogando por sentir el cuerpo del otro y unirse a él para siempre. Aferrándose a sus labios como si únicamente de ellos pudiera conseguir el oxígeno que tanto requería para existir. Su cuerpo le necesitaba, necesitaba fundirse con él, que cada una de sus células se mezclaran con las de Steve. Rio internamente ante la imposibilidad.

El rubio lo había sometido contra la pared y él, a punto de alcanzar el orgasmo proporcionado por la insistente mano del otro, había encontrado la fuerza física y mental para girarse y guiar entre besos al decidido Steve que no dejaba de recorrerle el cuerpo con sus grandes palmas.

Lo sentó bruscamente sobre el colchón y él se dejó caer sobre sus gruesas piernas tomando el rostro del otro entre sus manos, recorriendo sus labios con la punta de su lengua para después besarlo profundamente.

Steve dio un respingo cuando Tony comenzó a tocarlo con la misma brusquedad con la que él lo había hecho en un inicio. Una lucha de poder, eso es lo que en realidad estaba pasando. Lo que siempre ocurría entre ellos dos.

El rubio clavó su mirada azulada en el otro y pudo notar como esos orbes claros aún contenían algo de furia en su interior y sin embargo, comenzaban a llenarse de impaciencia y necesidad. Se hubiera burlado de las reacciones que provocaba en el otro, si no se sintiera de la misma forma.

Una leve exhalación salió de sus labios cuando Steve retomó el movimiento de su mano no sin antes llenar sus dedos de saliva para recorrer toda su extensión y agilizar el desplazamiento. Terminó a los pocos segundos apretando los ojos y dejando soltar un erótico pero grave gruñido. Sentía el corazón reventarle en el pecho, sus pulmones jalaban aire rápidamente y su cuerpo todavía sufría los últimos espasmos del orgasmo pero aun así... no era suficiente.

TightropeWhere stories live. Discover now