Capítulo 21

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Capítulo 21

Rápidamente, Tony consideró activar los códigos del traje cuando vio la duda y la intención de un posible enfrentamiento en los ojos azules del otro, su ceño fruncido, la mandíbula tensa. Esto iba a pasar y no le importaba que pudieran destruir el lugar.

Steve se acercó peligrosamente a él, Tony le sostuvo la mirada y en ningún momento vaciló. Él podía pagar una oficina nueva si fuera necesario.

- Abre esa puerta, Stark.

- No.

- Hazlo – ordenó.

- Dije que no.

El rostro del Capitán comenzó a pintarse de rojo, algunas venas sobresalieron en su frente; el estómago le punzaba con ansiedad y desesperación.

- ¿Qué esperas? Golpéame – le retó, Tony

Steve exhaló aire sonoramente.

- Siempre tiene que ser como tú quieres ¿No?

- No conozco otra manera.

- Basta. No volveré a caer en tus juegos.

- ¿Quién dice que estoy jugando? Ahora ya dime cuál es tu maldito problema.

El rubio intentó contener su ira porque de no ser así golpearía al otro y él realmente no quería hacerlo. Observó el brazalete de Tony en su mano izquierda y recordó aquella vez que lo había usado en su propia casa para controlar la agenda virtual que había instalado e inocentemente dedujo que, si conseguía y destruía dicho objeto, la puerta se abriría sola.

Con un movimiento rápido lanzó un golpe de distracción hacía Tony, que este logró esquivar ágilmente y se enfocó en tomar su objetivo; pero no contó con el empujón de la palma del otro que recibió directo en su mandíbula en consecuencia.

El millonario alejó a Steve de su cuerpo y atacó una de sus pantorrillas con su pie. El rubio perdió el equilibro y Tony descubrió que, al parecer, Steve tenía una debilidad en sus piernas.

Los golpes torpes y atropellados no se hicieron esperar, cada uno intentaba desestabilizar al otro desesperadamente.

- Tú eres mi problema – jadeó Steve – nada de lo que hicimos debió pasar.

- ¿Qué? Tú fuiste el que me metió en esto – forcejeó el otro.

- Pudimos ser solo compañeros, pero no te bastaba ¿verdad? – replicó, dolido.

- Lo que empezamos estaba bien. ¡Tú no tenías que ir más allá!

- ¡No, no tenía! – una mueca de dolor apareció en su rostro – Estoy consciente de que no puedo darte lo que te dio Potts, pero al menos quise intentarlo – luego pasó saliva no creyendo que había sido capaz de decir tal cosa.

Tony parpadeó un par de veces porque realmente no se esperaba eso y tampoco tenía ganas de tratar el tema de su fallida relación que en realidad había sido una vía de escape.

- Lo de Pepper no tiene por qué hacer esto más grande.

Steve apretó los labios, recibió el golpe que fue dirigido a su pecho y luego lo empujó de vuelta

- El problema no es ella sino tú –su voz iba a quebrarse – Tú arrastrándome a tu mundo, entrando y saliendo de mi vida sin explicación...

TightropeWhere stories live. Discover now