Capítulo 17

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Capítulo 17

- No sé porque me invitaste, no soy una voluptuosa rubia.

- Hoy eres mi voluptuosa rubia, Rhodey.

Eran alrededor de las 11 de la mañana. El sol estaba casi en su punto máximo alumbrando la arena clara y provocando destellos en las tranquilas aguas azuladas del Mar Mediterráneo. No había suficientes turistas por lo que el murmullo de las olas cristalinas descansando sobre la orilla, era el perfecto sonido que necesitaba para descansar.

Había escogido Saint-Tropez, ubicado en Francia, como su lugar de escape. Y había sido una decisión maravillosa.

Reclinado sobre una cómoda silla de playa y cubierto por una enorme sombrilla que también los protegía del calor, el millonario suspiró pacífico y satisfecho llevándose a los labios un vaso de cristal con un líquido color caoba.

- Tony ¿Qué estás haciendo?

- Mhm – alejó el vaso un poco – Desayunando uno de los mejores Brain-Duster que he tomado en el año – lo bueno de estar siempre ebrio, es que no había resaca.

- No me refiero a eso – cuidadosamente le quitó la bebida de las manos y la dejó en la mesita de centro que se encontraba entre ambos.

- ¿Apreciando esta bella vista, entonces?

- Quiero decir... En serio ¿Qué haces? Nosotros... prácticamente huimos de tu fiesta de cumpleaños, tiraste tu celular a la basura y ahora estamos en otro continente. Sin mencionar que has estado consumiendo alcohol como un enfermo. No soy idiota.

Tony desvió la mirada, volvió a tomar el vaso y bebió disimuladamente de él.

- ¡No lo soy, Tony! – insistió – Sé que algo está pasando. Esto es como aquella vez en que creíste que ibas a morir envenado ¿Recuerdas?

- Como olvidarlo.

- Además ¿Cuánto tiempo llevas sin estar realmente sobrio?

Silencio. Rhodey chasqueó con la boca y negó con la cabeza.

- Te lo dije entonces y te lo digo ahora. No es necesario que hagas el papel del Llanero Solitario, habla. Sé que amas hacer las cosas solo pero no es necesario. Así que solo dilo.

Él suspiró profundamente, sabía que se sentía mal. Que la enfermedad que lo aquejaba se encontraba en su cabeza y en lo más profundo del corazón. Había intentado hablarlo con Pepper y Banner sin éxito, ya no tenía ganas de mencionarlo otra vez y el nudo que siempre se formaba en su garganta cada que quería expresar que necesitaba ayuda, volvió a aparecer creando un caos en su mente.

- Tengo un par de problemas. Pero no te preocupes, puedo resolverlo.

Su amigo levantó una ceja no creyéndole nada, sabía que él era muy receloso con ese tipo de intimidad. Nunca se mostraba vulnerable ante nadie, destruido si, pero jamás necesitado.

- ¿Las cosas van bien con Pepper? – intentó probar suerte con el tema.

- No...

- Ok podemos comenzar por ahí.

- ¿Sabes? A veces me pregunto si tomé una buena decisión al formalizar con ella.

- Bueno, debo decir que me sorprendió. Pero siempre me agradó la idea de que en algún momento llegaras a establecerte con alguien que fuera buena para ti.

TightropeWhere stories live. Discover now