Tightrope

Capítulo 8

Capítulo 8

El tono neutro del teléfono continuó sonando constante algunos segundos más hasta que finalmente se cansó. Decidió terminar la llamada por su cuenta. Era la vigésima vez que le llamaba en dos semanas (no quería ser en exceso insistente) sin resultados. Depositó el antiguo celular sobre la mesa de noche, se llevó una mano a la frente y suspiró. Definitivamente lo estaba ignorando.

Después de aquella noche juntos, habían salido del hotel bajo un aura hasta cierto punto incomoda. Stark le llamó un taxi personal y él tomó uno aparte excusándose con tener que tomar un camino diferente, por trabajo.

Al principio no le dio importancia, incluso lo agradeció internamente por qué no se sentía capaz de mirarlo a los ojos. Avergonzado, demasiado avergonzado esas eran las palabras que lo describían.

Se despidieron cordialmente y 3 semanas pasaron desde ese entonces.

En su inocencia, Steve supuso que el otro había tenido una carga de trabajo realmente considerable como para haber desaparecido de esa forma. Él también había tenido pendientes, así que no lo vio mal. Luego en un par de descansos que tuvo, recordó una ocasión en la que Stark había insistido en verlo "aunque sólo fueran 45 min, sin importar la hora que fuera e ir por un café rápido" únicamente porque ya llevaban un par de semanas sin salir. Fue entonces cuando sus recientes acciones dejaron de tener sentido.

Su poca o mucha experiencia tratándolo, más el recuerdo de que esto ya lo había hecho la primera vez que habían tenido... una situación, en aquel antro; le decía que lo que estaba haciendo Tony, era huir. Evitarlo. Encerrarse en su pequeño lugar feliz y mantenerse tranquilo hasta sabría Dios cuando.

Aquella ocasión él había ido en persona a su casa a enfrentarlo. ¿Tendría que ser así de nuevo? ¿Siempre sería así con Tony?

La impaciencia comenzaba a llenarle el estómago ¿Por qué tenía que ser tan difícil? Aquella había sido su primera experiencia de ese tipo, necesitaba hablarlo, meditarlo y sobre todo repetirlo ¿Por qué Tony tenía que complicar siempre las cosas? ¿No podría tener tantita consideración con él? Stark era un experto en el tema, él no. En el pasado había sido un enclenque con el que nadie quería salir mucho menos tener contacto sexual ¿Qué diablos es lo que se hace después de tener algo así?

En sus tiempos no era tan complejo, la gente sólo se casaba y ya.

¿Eso significaba que quería casarse con Tony?

Para nada. Además ambos eran hombres ¿Qué era lo que esperaba de Tony y lo más importante, que era lo que esperaba él al estarlo buscando?

El nerviosismo se convirtió en culpa y su cabeza se llenó de torpes reclamos. Se había dejado llevar como un idiota. Él, un excelente estratega, había perdido por completo el rumbo y el autocontrol.

Apretó los labios en una clara muestra de disgusto. La inconsistencia y el no saber dónde estaba parado, lo incomodaban de sobre manera.

Sólo había una persona con la que podría hablarlo, se había resistido a hacerlo la primera vez, completamente convencido de que únicamente Tony lo escucharía o que podría entenderlo pero, llegados a este nivel, volver a mostrarle sus miedos y emociones, no eran una opción.

Tras dudar un par de minutos, se animó a tomar el celular y marcar el número deseado. La voz del otro lado no tardó en dejarse escuchar.

- ¿Steve?

- ¿Podemos vernos?

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- Son las 9:00 de la mañana, clima templado, temperatura máxima 23°. Señor su agenda del día de hoy es... - como cada día, la voz robótica de mujer había sido la encargada de despertarlo, además de comenzar a enumerar su lista de pendientes.