Capítulo 12

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Capítulo 12


- Te ves cansado.

- Lo estoy.

- ¿Has dormido bien?

- Si tuviera que confesar Rogers, diría que, últimamente casi no duermo – suspiró – más de lo normal.

- Tony sabes que no es bueno para la salud.

- Si, "papá" – ironizó.

Pero Steve no respondió al reto y observó preocupadamente las enormes ojeras moradas que tenía el millonario.

Después de salir del bazar, habían ido a un restaurante a comer y finalmente regresaron a la mansión de Stark para compartir una cerveza. En otros días Tony ya se hubiera abalanzado sobre él para besarlo (últimamente parecía que solo lo buscaba por ello), pero en cambio, se notaba fatigado y poco dispuesto.

- Tengo problemas para dormir – confesó – me he estado apoyando con algunas pastillas, pero no me han ayudado realmente.

- ¿Has intentado acostarte temprano?

- Mira Rogers – Tony hizo una mueca de fastidio – para empezar nunca "me acuesto temprano" y segundo, si no puedo dormir por la madrugada es porque no puedo dejar de tener esas malditas pesadillas y repetir una y otra vez lo de los Chitauri.

Oh no, había hablado demasiado. Abrió los ojos con sorpresa, no era alguien que se sincerara tan fácil. Esperaba alguna burla. Una burla que nunca llegó.

Steve se acercó y apoyó cuidadosamente su mano sobre su pierna, como si pudiera asustarle con un movimiento brusco y clavó su mirada azulada en la otra. De pronto se sintió terriblemente cohibido y expuesto.

- También tengo pesadillas.

- No lo sabía.

- No lo hablo con nadie.

- Puedes hablarlo conmigo.

Y Steve se alejó y río ligero como si le hubieran contado algo absurdo. Se terminó el resto de su cerveza en un sorbo.

- Lo digo en serio.

- Lo haré si tú me cuentas primero.

- ¡Oh! ¿Así que el Capitán quiere negociar?

- Tony... – suspiró.

- Puede que te cuente, pero solo un poco. Me gusta mantener esto del misterio entre nosotros – un pequeño guiño.

Steve adoptó aquella postura que Tony identificaba como "ahora tienes toda la atención de Steve Rogers, así que hable soldado o lo pondré a hacer 1000 lagartijas" la espalda recta, los antebrazos apoyados sobre las piernas, la mirada clavada en la suya y el rostro expectante.

- Ahhh realmente no sé por dónde comenzar.

- Puedes decir cualquier cosa.

- Quiero llevarte a la cama ahora...

- No, Tony.

- No puedes juzgarme por querer intentarlo – otro suspiro – de acuerdo... en mis pesadillas vuelvo a vivir una y otra vez la batalla en Nueva York y es en serio, realista.

Steve levantó una ceja.

- Toda, con cada detalle y algo dentro de mí, se niega a creer que esas... cosas existan y que nosotros solos seamos...

TightropeWhere stories live. Discover now