Capítulo 4

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Capítulo 4

- Me preocupaba que hubieras dejado de comer, así que vine a cerciorarme de que estuvieras vivo – instintivamente giró su cabeza buscando al motociclista que ya había desaparecido en la carretera.

- Ah, yo... - Pepper lo miró a los ojos haciendo que su nerviosismo aumentara.

Su cabeza estaba hecha un torbellino, acababa de besar a Steve... de nuevo y había una enorme posibilidad de que Pepper, si, su novia Pepper los hubiera visto. Automáticamente y con un nudo en el estómago comenzó a pensar en varios pretextos posibles para justificar aquella cercanía.

- ¿Ese era Steve Rogers?

- ¿Eh? Ahhh pues... si....

- ¡Oh! ¿Y qué hacía aquí? – miró el reloj que se encontraba en su muñeca derecha – Ya es tarde.

- Bueno... él...

- Además esto es extraño – alzó una ceja – creí que no te agradaba

- Hemos convivido un poco más y ahora me parece alguien tolerable

- ¿Tony Stark haciendo amigos? ¿En serio? – río ligeramente – Me parece muy bien que abras tu círculo social.

- Si... lo mismo creo yo

- Y entonces – tomó camino hacía la entrada principal – ¿Comiste?

Tony suspiró aliviado.

- Sólo palomitas....

**********

Después de entrar a su departamento, Steve dejó caer la pesada chaqueta negra de motociclista sobre el respaldo del sillón. Observó su casa vacía, silenciosa y por primera vez, no se llenó de la rutinaria soledad.

Pensó en todo lo que había pasado cuando la abandonó hace algunas horas y en cómo se encontraba ahora después de la plática con su compañero.

Habían prometido no volver a hacerlo y aun así aunque intentó detener al impulsivo Tony, al final había terminado cediendo. Pero ¿Qué podía hacer? Ese hombre impredecible y molesto, era como un imán. Al menos la culpa se había desvanecido un poco.

Recordó los momentos en casa de Tony, la charla, la película, las bromas y sonrió ampliamente. Por primera vez en mucho tiempo había dejado de sentirse solo, aunque sólo hubieran sido algunas horas y justo en ese instante había sido verdaderamente feliz.

¿Cuánto tiempo había pasado desde que despertó en el hielo? No estaba seguro, pero lo que si tenía claro era la profunda tristeza que lo aquejaba todo el tiempo.

A veces era tan complicado hacer cualquier cosa, inclusive salir a buscar algo de comer. Solía pasearse por las calles buscando lugares en los que pudiera hundirse en sus recuerdos pero la mayoría de las veces solo descubría, con pánico; que el tiempo se había llevado todo, incluso sus preciados y ya conocidos edificios, de los que algunos solo conservaban las fachadas, otros no habían corrido con la misma suerte y ahora enormes complejos habitacionales se hallaban en su lugar.

El nuevo siglo era tan difícil, tan ruidoso. Extrañaba todo.

Extrañaba a Bucky, a Peggy, incluso las rutinas del ejército. Las bromas con sus compañeros de campamento, las cervezas después de las misiones y en momentos así, se sumergía en la nostalgia y la melancolía.

Torpemente ponía uno de los CD's de su músico favorito Harry James, que Natasha le había obsequiado junto con el endemoniado aparato que los reproducía (y le había enseñado a usar) y sólo así, se permitía llorar.

TightropeWhere stories live. Discover now