Prólogo

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El sol aún no salía, eso para Jeff era una dicha, tenía que buscar un refugio antes del amanecer, pues no se arriesgaría a ser atrapado (otra vez) por oficiales de policía.

Caminaba tambaleante, el alcohol le estaba haciendo el mayor de lo efectos en ese momento a pesar de haber dejado de tomar hace ya una hora. Las calles estaban vacías, en aquella ciudad se había vuelto una costumbre que hubiesen toque de quedas constantes, ya no le sorprendía.

Hacía tiempo la quemadura de sus parpados se había recuperado, un tejido cicatricial le recubrían, unos parpados cicatrizados era lo que ahora bordeaban sus ojos, por su parte aquello fue bueno, mantener sus ojos abiertos hacía que llorará para que humedecieran, además irritaba su cornea.

Ahora podía parpadear, pero con un poco de dificultad.

Jeff camino no mucho hasta que mareado decidió sentarse en las bancas de un parque vacío. Miró hacia al cielo e inicio a reír.

-¡Jodida vida la que llevas, Jeff!- Habló para sí mismo. Disfruto de estar ahí por unos cuantos minutos, para que por fin pudiese calmarse, de repente una ola de sueño le ataco. Se levantó vacilante he inicio de nuevo su marcha. Él no podía quedarse a dormir allí.

Se dirigió hacia algún poste en aquel lugar y sin remordimientos estampo su cabeza, su frente sangró de forma cruel, él hizo un gruñido tratando de soportar el dolor. Todo esto con el fin de mantenerse despierto.

Jeff paso sus manos por su frente para toda la húmeda sangre, lamio sus dedos enrojecidos de este líquido y con una nueva idea en mente anda hacia la primera casa que encontrará.

-¡Nada mejor que un asesinato para levantar el ánimo!- Exclamo bajo, entro por el patio trasero de una casa cualquiera, con suma cautela entro por una de las ventanas de la casa que halló entre abierta. Husmeo a ciegas en la oscuridad el lugar, esta dar como una habitación abierta.

Una niña dormía en la habitación, tranquila e imperturbable... Jeff ajustó su mirada en la oscuridad, gruñó alto al ver al lado de la cama a un tipo de mascara.

Él lo reconocía, se había cruzado con él dos veces en toda su vida, siendo esta la tercera, se conocía solo de vista, pero Jeff ya le molestaba, puesto que esas únicas veces fueron porque él se había adelantado con su 'presa'. Jeff The killer empuñó su cuchillo de cocina con fuerza. En su mente corrompida y loca aún quedaba un poco de cordura, Jeff odia a los niños, pero con frecuencia evita no matarlos, el prefiera presas gordas, adultos, gente que conoce la vida y disfrutaran más el dolor.

Ambos se quedaron estáticos en su lugar mirándose, poco después de unos minutos ahí, el espectro de mascara azul despareció, Jeff no se vio sorprendido, pues exactamente eso es lo que hace siempre el otro cada que se cruza.

El pelinegro camino sigiloso hasta la esquina de la cama de la niñas, parecía tener aproximadamente 12 a 14 años, miro enseguida la pequeña costura al costado de su abdomen visible gracias a que su pijama esta un poco levantada. La niña pareció no se iba a despertar, no porque estuviera muerto porque estaba respirando, sino porque él sabía que aquella cosa negra que brota siempre de los ojos del fantasma ese, funcionaba como un gel anestésico que aplicaba a sus víctimas para retirar los órganos sin que estos se despierten.

Sin miramientos y sabiendo que la niña no iba a despertar enterró su cuchillo dentro de él estomago de ella, haciendo un corte desde su tórax hasta tocar el hueso de la pelvis haciendo un corte irremediable en los órganos que aún conservaba, la sangre salpicó por todos lados, manchando la cama y su terrible saco que jamás volvió a ser de color blanco. pero la niña ni se movió. Esto le quitaba la emoción a un asesino como él, él amaba que la gente gritará, agonizará y suplicará, nada que ver con este tipo de asesinatos.

Frustrado por su asesinato mediocre, salió de aquella casa. Se juró la próxima vez que se cruzará con el tipo de máscara actuaría rápido y se enfrentaría con él, si es posible.

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Siendo el prólogo decidí que sería algo corto.

Hasta que nos volvamos a ver [Eyeless Jack X Jeff the killer]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora