PREFACIO

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NOTA: Esta es una historia que engloba todo el mundo que conlleva el Trastorno Disosiativo, no es un genero romántico, pero cada quien puede asimilarlo como quiere. 

Se hablara de abusos, traumas y algunas cosas fuertes, por favor leer bajo responsabilidad.

Se hablara de abusos, traumas y algunas cosas fuertes, por favor leer bajo responsabilidad

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PREFACIO.

Ambiente interno: En esta historia el ambiente interno se refiere al mundo dentro de la cabeza de Hadley.

Ernst no lo había mencionado en ninguno de sus diagnósticos, pero con el paso de los años Hadley o más bien sus personalidades comenzaron a sufrir de amnesias, pocas veces en las cuales nos conocían y otras en las que no. Por eso ambos habíamos decidido cambiar nuestro nombre cuando nos encontráramos con cualquiera de ellas, de alguna forma comenzamos a ayudarlas como protagonistas de sus historias, en una yo fui León y en otra Ernst fue Lorian, no podía sentirme incómodo con cualquiera de ellas porque al final la apariencia era la misma, era la de Hadley.

Todas su memorias constaban de distintas cintas, Candy mantenía recuerdos de su vida pasada como felices, salidas a parques y a circos, pero como lo habían acordado entre ellos, cada uno debía llevar un poco de la carga traumática de Hadley dentro de sus historias aunque se tratara de un contexto distinto, ya que estas se crearían en el mundo real, con monstruos reales y Candy se llevó el ver como se hizo su nacimiento; Nath solo vivía su vida como Hostess y ganaba su propio dinero, cargaba con la historia del padre de Hadley; Gastón vivía su vida como un delincuente, alguien mencionado constantemente por los noticieros, era el que cargaba con las memorias de todas las personalidades cuando estas poseían algún tipo de amnesia; y Katell como una chica normal que vivía su vida junto a su madre, ella debía cargar con la muerte de Eros pero al negarse, las demás personalidades decidieron darle su familia perfecta de adolescencia, pero en esa misma quien sería su madre era el mismo monstruo que dio vida a Hadley, para no echar a la basura su historia perfecta Katell perdonaba frecuentemente las golpizas que su madre le propinaba.

La realidad era Hadley, sus abusos, su poca falta de cariño o acogimiento, sus pérdidas, Ernst y yo; años en los cuales Katell vivió por ella y después ambos nos encargamos de devolverle algo de tranquilidad, después más muerte, un poco de claridad y al final por fin algo de luz de esperanza.

Su ambiente interno se convirtió en una sala de reuniones donde por fin las cuatro personalidades decidieron darle algo de tranquilidad a su creadora, ayudarla y cumplir su objetivo, no desaparecieron, solo acordaron descansar por unos cuantos años en su palacio.

En mi mente lo pintaba como un cuento de hadas, pero esa había sido la única manera de contrarrestar a sus personalidades, debíamos ser partícipes en su propia vida y convertirnos en personas importantes para cualquier situación que nos involucrara, jugar a un papel importante en su estabilidad emocional, era eso o dejarla con su línea de sufrimiento, en donde quizás en un futuro su mente hubiese creado unas cuantas personalidades mas, y con la poca estabilidad que Hadley poseía terminaría de la peor forma, una mucho peor de como termino.

No tenía muy en claro todo el tema de su trastorno, sabía muchas cosas, pero mi capacidad no estaba al nivel de Ernst quien estudio varios años de medicina para poder ayudarla, pero si no actuábamos juntos el resultado no hubiese sido el mismo.



—ESCRITO POR EVANS SPENCE.




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UNA CURA PARA HADLEY®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora