Promise

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— Te odio. — declaró el menor a su mejor amigo. Detestaba el hecho de resaltar delante de todas las personas y eso era justamente lo que lograba con las prendas que Emilio eligió para él.

Se sentía verdaderamente incómodo.

Joaquín no quería usar la ropa que su mejor amigo le regaló porque esta era demasiado exhibicionista y pegada. Simplemente no, no era algo que acostumbraba a usar y se sentía muy fuera de su zona de comfort. No porque no le gustaran las prendas, sino más bien porque no se gustaba él en ellas. Aunque claro, si estaba en esa situación es justamente porque no puede negarse a los ojitos brillantes del rizado.

Era un tonto por él.

Solo por él y para él.

— Te ves muy bien, créeme. — guiñó un ojo y sonrió de lado para después mostrarle al de seguridad ambas indentificaciones para que así los dejaran ingresar al bar sin ningún problema.

— ¡Claro que no! — casi gritó exaltado. — Estoy incómodo. — renegó acomodándo la camiseta blanca que llevaba por dentro de la chaqueta de cuero. Era algo similar a un crop top, pero esta solo hacía que se notaran los huesitos de sus caderas.

Esos que tanto odiaba.

Ya claro, se veía muy mal en él.

Para los ojos de Emilio su amigo lucía muy bien. Había visto cómo Joaquín se le quedaba mirando a algunas prendas cuando lo acompañaba al centro comercial y descubrió que sí, en efecto, le gustaban muchísimo, pero no se atrevería a comprar algo parecido porque el menor era demasiado inseguro de sí mismo como para hacerlo. Por eso mismo, el rizado decidió que sería lindo de su parte poder regalarle algo que añoraba en silencio.

— Te ves increíble. — declaró ignorando los comentarios del pequeño. — Me gusta la elección de tus jeans. — sonrió y observó cómo su delgado cuerpo se amoldaba increíblemente bien en ese pantalón.

Jodidamente bien.

Joaquín se negó cruzado de brazos y siguió al mayor hasta la barra de bebidas. El lugar estaba totalmente abarrotado de gente restregándose por doquier, era fascinante. No recordaba su última vez en un lugar así, pero sabía que si se ponía a rebuscar en ello seguramente terminaría igual de deprimido que siempre ya que usualmente no tenía la oportunidad de ser invitado a lugares como ese.

— Ven, toma esto. — dijo ofrenciéndole una bebida que tenía un color rosado bastante artificial, pero se veía lindo. No le gustaba el alcohol en absoluto, pero haría una excepción solo por esta vez.

Emilio apoyó los codos sobre el mesón y esperó a que Joaquín terminara la bebida porque de ninguna manera se irían sin que el pequeño hubiese probado una gota de alcohol. El menor no estaba nada acostumbrado, así que al momento de beber todo de golpe le hizo efecto inmediatamente. El rizado rió por la expresión del pequeño y bebió de su copa como si de agua se tratase. Claramente estaba mucho más acostumbrado que él.

— ¿Estás bien? — preguntó divertido mientras observaba la pista de baile.

— Sí, lo estoy. — afirmó mirando al rizado de reojo.

Él también podría buscar una pareja, ¿no? Aunque estaba un poco bajoneado porque la promesa que se hicieron al salir de casa estaba a nada de romperse.

— Eso es bueno. — dijo sin dejar de observar a una muchacha rubia que bailaba sola en medio de toda la gente.

Ahí estaba ese sentimiento otra vez.

Ese horrible y asqueroso sentimiento.

Odiaba con todo su ser estar enamorado de su mejor amigo, necesitaba olvidarse de él pero aún no sabía de qué manera lograrlo. Mordió su labio inferior sintiendo vergüenza de sus sentimientos. Solo quería desaparecer en ese instante.

— Ya vuelvo. — sonrió hacia el menor y se alejó por completo hasta llegar a su lugar de destino.

Y sí, la promesa le valió mil hectáreas de mierda.

¿Por qué era tan iluso a veces?

¿En serio volvió a crearse escenarios imposibles en su cabeza?

No quería mirarlo para evitar que su corazón se estrujara de dolor, pero era inevitable.

Joaquín se dió por vencido en un momento dado. Había visto a Emilio bailar con la muchacha desconocida por un par de horas y ya estaba un poco cansado de eso, así que decidió que era hora de irse a casa. Si su amigo lo llegaba a buscar en algún momento, cosa que dudaba, solo le dejaría un mensaje diciendo que todo estaba bien.

Y así lo hizo, caminó por toda esa muchedumbre hasta llegar a la salida. Las calles a esa hora de la madrugada estaban vacías, silenciosas y oscuras. Era el mejor lugar para él ya que se sentía igual de vacío, silencioso y oscuro por dentro.

Joaquín siempre fue un niño muy solitario y callado, pero cuando Emilio llegó a su vida esa oscuridad ya no existió más. Quizá por esa razón es que lo adoraba tanto, porque el rizado sin pensarlo llegó para hacerlo el hombre más feliz de todos e iluminar su vida de la manera más hermosa.

Lamentablemente terminó enamorándose de él.

Algo predecible, tonto y desafortunado para alguien como él.

Antes de seguir avanzando, su celular vibró dentro de sus bolsillos así que lo sacó rápidamente pensando que era Emilio, y en efecto, sí lo era.

"Bebé."
"¿Dónde estás?"
"Yo estoy con Camila."
"Es una chica demasiado hermosa y me invitó a pasar la noche con ella."
"No te preocupes por mi."
"Ya veo cómo llego a casa."
"Cuidate."
"Te amo."

Joaquín rió.

Vaya, qué idiota era.

Un idiota muy grande.

El pequeño guardó su teléfono en su bolsillo y continuó con su camino. No pensaba responderle, no quería a pesar de sentirse culpable por ello. Sus ojitos estaban inundados en lágrimas y ni siquiera se dió cuenta de ello. No entendía nada de lo que pasaba. Había decidido acompañarlo hasta ese lugar con prendas que no le favorecían en nada y sólo para que no se sintiera mal las usó. Pero claro, a él no le importaba en lo más mínimo si estaba ahí o no. Le daba completamente igual.

¿Por qué lo invitó si no tenía intenciones de pasar tiempo con él?

Se sentía un completo estorbo.

Y probablemente sí lo era.

Aunque la culpa quizás no la tenía Emilio, sino él por creer que pasarán cosas que nunca sucederían en la vida real.

Jesús bendito.

Era increíble lo mucho que se odiaba en ese momento.

Y lo mucho se odiaba a sí mismo.

Those straight people with cliché vibes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora