×Capitulo 4×

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×Namjoon×

Me beso.

Me había besado.

¡ME BESO LA MUÑECA ¿QUIÉN HACE ESO?!

Y ahora me llevaba de la mano al salón.

Y las miradas cargadas de curiosidad y sorpresa parecían no importarle demasiado. No como a mí que de solo pensar que nos estaban viendo mi cara subía tres tonos más de rojo.

No quería concentrarme demasiado en mi nerviosismo, así que preferí concentrarme en la suavidad de su mano.

Nunca nadie que no fuera mi madre se había preocupado por mí de esa manera. Ni siquiera Jimin; por alguna razón yo era algo así como un imán de problemas, sumando mi torpeza daba igual a múltiples moretones en mi piel.

No me gustaba en lo más mínimo molestar a los demás, y si no fuera por qué vivía con mi madre (y literal me examinarme cuidadosamente cada vez que llegaba a casa) nadie sabría sobre la desastrosa vida social que tengo.

Y los demás problemas de los cuales nadie estaba enterado.

–Seo-Seokjin ¡Es aquí, es aquí, es aquí!— le detuve tomandolo con ambas manos para que no se pasará de la puerta del salón. Le hice parar en seco.

Me había distraído y casi nos pasamos la puerta del salón.

–Vamos a entrar, la clase no tardará en comenzar—.

Asintió otra vez. Ya me estaba acostumbrando a sus pequeños asentimientos.

Entramos al salón y tomamos asiento en nuestra mesa. El profesor como de costumbre no se había dignado a llegar.

Seokjin empezó a sacar sus cuadernos, yo iba a hacer lo mismo pero una mano en mi hombro me giró con algo de brusquedad.

–¡¿En donde mierda estabas?! Te buscamos por todas partes— Yoongi susurraba, aunque eso no le quitaba el tono alterado de su voz.

–Le estaba mostrando a Seokjin la pista de patinaje, cálmate un poco—.

–¡No me digas que me calme! Si no lo sabes Jackson te estuvo buscando por todas partes y dice que te va a esperar en la salida— rodé los ojos.

–Eso ya lo sé. Ya a pasado antes, no me va a hacer nada...— estaba apunto de dejar esa conversación pero Yoongi me jalo del cuello de la camisa con más fuerza

–Si, si te puede hacer algo. La última vez te salvaste por poco Namjoon. Y ahora no será tan fácil escaparte— alce una ceja confundido.

–¿Por qué lo dices?—.

–No creo que pases muy desapercibido después de andar como modelo en pasarela tomado de la mano con el chico guapo— apunto con su cabeza a Seokjin, quien revisaba su teléfono, ajeno a nuestra conversación.

Le iba a replicar a Yoongi pero en ese momento llegó el profesor. El chico pálido soltó el cuello de mi camisa, dejándome prestarle atención a la iniciada clase.

Pero me fue muy difícil concentrarme, sus palabras me dejaron bastante inquieto. ¿Habíamos llamado tanto la atención? Aunque eso no era lo que más me importaba. No quería que Seokjin se viera envuelto en una pelea innecesaria.

La Melodía del SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora