×Capitulo 8×

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×Namjoon×


Bien.

Ahora tengo que ejecutar la fase uno del plan de Hoseok:

Contarle a mis amigos para que me ayuden. Y eso es mucho más difícil de lo que pensé.

Era fin de semana y había invitado a Jimin, Yoongi, Taehyung y Jungkook a mi casa para ver una película.

Estábamos todos en la sala de estar, Jimin y Yoongi estaban sentados en el suelo, mientras que Taehyung, Jungkook y yo estábamos en el sofá, la verdad no estaba prestando demasiada atención. La película ya había terminado y se había formado una conversación bastante amena entre ellos. Aunque seguía perdido en mi mundo, sus voces estaban un poco alejadas de mi.

Me levanté para ir a la cocina, buscando los dulces que mi mamá escondía al fondo del refrigerador. Tome una barra de chocolate y me apoye en la isla.

Estaba pensando en todo lo que tendría que hacer para averiguar si en verdad Jin podría estar enamorado de mí, o si ya debería dejar de ilusionarme con una relación inexistente. ¿Era posible que yo le gustara? O ¿al menos que se lo haya preguntado? ¿Qué pasa si me rechaza? ¿O si lo arruino?

Tal vez no debería hacer nada de esto.

—¡Kim Namjoon!—. Casi me ahogue con un trozo de chocolate; el rostro de Jimin estaba frente a mí, con una expresión bastante furiosa.

—¿Qué-qué pasó?—, mi pregunta pareció irritarle más.

—Namjoon, estas raro. No has dicho una palabra en toda la noche y ni siquiera nos has dirigido la mirada ¿Pasa algo?—.

—Es cierto, ¿Estas bien?— Jungkook se acercó hacia mí, robando un mordisco del chocolate.

—Es que... Tengo...— lo pensé por un momento, si les decía ya no había vuelta atrás.—Tengo que decirles algo—.

En seguida Jungkook y Jimin se miraron entre sí. Sus ojos se desviaron hacia mi, preocupados. Tal vez estaba haciendo todo demasiado dramático.

En poco tiempo estaban en mi habitación, todos sentados en mi cama mientras yo estaba sentado con las piernas cruzadas en el piso, como un niño recién regañado.  Sus miradas solo pesaban sobre mí.

—Habla entonces—, Taehyung me observaba expectante, casi atravesando mi figura con sus ojos. Desde que lo conozco siempre a tenido esa mirada penetrante, y la verdad, podía poner nerviosos a cualquiera.

—Yo, no es nada importante en solo que... Y-yo— las palabras no salían de mi boca, sus ojos no hacían más que hacerme sentir muy, muy pequeño.

—A ver, Namjoon, relájate un poco, no creo que hayas matado a alguien. Y ustedes ya dejen de mirarlo así, parecen un juzgado—. En ese momento agradezco la personalidad amable de Jungkook, siempre fue muy comprensivo.

Incluso Taehyung me había confesado que a veces le molestaba lo atento que llegaba a ser conmigo. Se notaba como le gustaba. A kilómetros.

—Tranquilo Namjoon. Somos tus amigos nos puedes contar lo que sea—, volvió con ese tono comprensivo. Respire hondo, buscando aliento. Jungkook tenía razón, eran mis amigos y podía confiar en ellos.

Ya estaba tardando mucho para decirles.

—Estoy enamorado de Seokjin—.

...

—¡LO SABÍA!—. Jimin salto de la cama, empezando a dar pequeños saltos por la habitación.

—Me debes un nuevo equipo de música—. Yoongi parecía sentirse victorioso, y en su rostro se notaba, al contrario de Taehyung quien solo lo miraba molesto.

La Melodía del SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora