×Capitulo 20×

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×Namjoon×

—¿Hola?—

Hola... ¿Kim Namjoon?—

La voz de una mujer me recibió al otro lado de la línea, sonaba preocupada y bastante apresurada. Algo confundido respondí.

—Eh... Sí... ¿Quien habla?—

Es la mamá de Seokjin, ¿De casualidad no está allí contigo?

Una punzada fue a parar a mi cabeza.

—No, no lo he visto. ¿No está con usted?—

—No a vuelto a casa desde el sábado. Pensé que se había quedado contigo la noche anterior

—El se fue, pero lo ví en la universidad. No sé preocupe puedo buscarlo—.

No, no. Seguramente se fue a su apartamento, solo me preocupa que no responda mis mensajes. Dios esté niño

Sentí mi corazón detenerse por un momento. Su voz sonaba en verdad angustiada.

—Por favor, suena muy preocupada. Solo déjeme asegurarme que está bien—

Escuché un suspiro seguido de unos segundos de silencio.

Seokjin siempre me habla mucho de ti. Y ahora veo que te ha descrito muy bien, eres un amor... Por favor si lo encuentras dile que responda mis mensajes, puedo pasarte la dirección de su apartamento. En verdad te lo agradezco mucho. Y perdón por llamar tan precipitadamente, ya debes de estar en tu casa

—Ni lo mencioné. Puede llamarme cuado quiera, iré a buscarlo ahora. Le diré que le escriba, no se preocupe—

Ya para ese momento tenía puesta una chaqueta negra, tenía las llaves en mi mano y me encontraba parado al frente de la puerta de entrada.

En verdad no sabes cuánto te lo agradezco. Deberías venir a comer un día, es lo menos que puedo hacer

—Seria un placer—.

Salí de mi hogar cerrando con doble seguro y caminando a pasos largos.

—Voy a colgar, en seguida te paso la dirección. Y gracias otra vez cariño

Apenas colgó empecé a correr.

Ya era oscuro y las calles eran iluminadas solo por las leves luces de las farolas. Intenté comunicarme con Seokjin pero no respondía.

Sentía el aire más pesado.

—Mierda—

Seguí teniendo ese horrible presentimiento.

Corrí hacia la universidad. Quería cubrir cualquier posibilidad antes de pensar en algo peor.

No lo había visto en la salida ni en las clases, Dios no lo ví más que en la mañana ¿Eso no te dijo algo Namjoon?

Corrí tan rápido como mis piernas me lo permitieron hasta llegar a la entrada de la universidad. Inmediatamente me desvíe a la pista de patinaje.

Corrí hasta la puerta chocando de lleno con la gran estructura de hierro. No le di importancia y solo la abrí, corriendo al interior.

Y allí estaba él.

—¡Seokjin! ¡SEOKJIN!—

Salte la barrera que separaba la pista del suelo de cerámica. Mi corazón latía tan rápido que sentí que me ahogaba, ni siquiera tuve tiempo de recuperar el aliento.

La Melodía del SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora