Assasin's Puppet

"Capitulo 7=Inocente alma"

Domingo 15 de diciembre

Los temblores azotaron su cuerpo de nuevo y se abrazó más a sí mismo tratando de calmarse y calentase con la simpleza de la tenue luz que emanaba el farol que aún conservaba después de lo que él creía era aproximadamente 1 semana.

No tenía idea de si era de noche o día, solo trataba de calcularlo ya que Jimin le había llevado agua, pan y algo de jamón siete veces, ósea siete eternos días en casi plena oscuridad a excepción de ese pequeño farol que por desgracia comenzaba a apagarse y Jungkook temía tanto por ello, esa luz era para él la esperanza y créanlo o no le había tomado un gran apego.

En realidad no tenia nada más para sostenerse, así que ese banal artefacto era la soga que lo mantenía suspendido entre el cielo y el infierno, lo conservaba en el medio... en una casi completad oscuridad. Pero podía soportarlo, por su familia lo haría.

Sin embargo estos días especialmente se habían vuelto una total desgracia y una sufrible tortura, cada vez lo que creía que eran las noches, eran aún más heladas... el sótano era húmedo y muy frío, el suelo en el que reposaba parecía ser hielo y las paredes todas y cada una estaban humedecidas, causando que el polvo en estas se dispersara cosa que agraviaba su estado.

Apenas y podía respirar ya que su nariz estaba congestionada y sentía su garganta arder cada que el aire transitaba por su tráquea, además de que ya sentía como sus costillas sobresalían levemente, un trozo de pan y jamón al día no son suficientes y presentía que todo aquello solo lo llevaría a la más dolorosa muerte.

Y como si fuera el colmo también apestaba, apestaba terriblemente, no se había duchado hace más de 1 semana y odiaba ese sentimiento de suciedad en su cabello y cuerpo... solo necesitaba sentir el agua acariciando su piel y llevándose con ella todo rastro de inmundicia.

Mientras tanto, Jimin arribaba de una típica junta con comensales, ministros, alcaldes y judiciales de otros pueblos cercanos, debatieron de el mismo tema de siempre... o sea los terribles y recientes asesinatos y las sospechosas mujeres juzgadas por tales hechos.

Como siempre Jimin seguía moviendo los hilos en todo el pueblo, seguía jugando como un titiritero juega con sus marionetas...

—Mierda...—Suspiró el peli negro, frotando sus gélidas manos tratando de buscar calor en ese acto.

Llevaba algo de nieve en sus botas y rastros de hielo en su capa y lo único que su cuerpo pedía era una ducha en agua caliente.

—╼⊳⊰ 𖤍 ⊱⊲╾—

Se metió de lleno en la tina y sus músculos se aliviaron al sentir el cálido toque de el agua tibia. Jimin se encontraba casi inmóvil pero con su mente maquinando sin descanso, necesitaba pensar y tal vez dejar de odiar a ese niñato que escondía en las profundidades de su mansión de roble.

No está de más mencionarlo, pero Jimin aborrece a Jeon Jungkook y ahora aún más porque hace una semana se doblegó tanto que le comenzó a dar pequeñas raciones de comida, no muy grandes, simplemente suficientes para que siguiera respirando.

No podía creer lo bajo que estaba cayendo, tenía un rehén, un testigo de sus crímenes y lo peor es que lo tenía vivo, era un idiota eso lo tenía más que claro pero tampoco era capaz de quitarle la vida. Algo en esos brillantes ojos azabaches se lo impedían y lo odiaba tanto por ello, lo detestaba tanto por ser su primera y única excepción después de tanto tiempo.

—Joder... cuando lo mataras ¿eh Park?—Se habló a sí mismo.

Sus dedos ya comenzaban a arrugarse, ya había pasado más de treinta minutos bajo el agua enjabonada que ahora en vez de ser tibia comenzaba a estar fría por lo que se decidió por salir y vestirse formalmente como siempre solía a hacer, fuera o no a tener visita.