"Capitulo 11=Cediendo ante su belleza"

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Jimin se apartó de el ventanal, tambaleándose levemente.

—¡Joven P-park Jimin! Exijo ver a mi hijo—Exhortó la madre de Jungkook a las afueras de las puertas de roble.

La mujer temblaba y se aferraba a su único cobijo que era su propia capa vieja y delgada, esta que apenas y la lograba proteger de la fuerte nevada y la fría ventisca.

Jimin no sabía que hacer, sabía que no tendría caso dejar a la mujer a las afueras para que muriera congelada... ¿qué reputación tendría ahora? Seguramente la de un hombre desalmado que prefirió no abrir la puerta a una madre desesperada por ver a su hijo y que también terminó sucumbiendo por la fría ventisca. 

El peli negro negó y ignorando los ruegos de la mujer de mediana edad, caminó rápidamente hacía aquel sótano y abrío los números cerrojos en la puerta.

Mientras tanto el castaño se encontraba dormido, finalmente había logrado caer rendido ante el sueño a pesar de tener el constante dolor en su estómago por falta de comida y el incómodo ardor en su garganta a causa de la leve infección que seguro ya había pillado gracias a las pésimas condiciones en las que vivía.

El castaño despertó al oír como forcejeaban la puerta para después terminarla por abrir.

—Jungkook escúchame bien—Dijo Jimin con claridad mientras entraba a él oscuro lugar yendo rápidamente hacia el cuerpo débil de el menor.

—L-lo escuchó—Dijo Jungkook con temor mientras el mayor lo sujetaba por la camiseta, apretándole levemente.

—Tu madre está aquí...—Dijo Jimin y los ojos de Jungkook se cristalizaron con tristeza y terror—No le haré daño ¿bien? Pero esta como loca gritando afuera, quiere verte y quiere verte bien.

Jungkook parpadeaba sin entender demasiado, su madre había tenido la osadía de ir a los aposentos de Jimin por el, haciendo una total huelga a las afueras y también enfrentando a la fría nevada, todo por el.

El menor no pudo evitar soltar unas cuantas lágrimas, si su madre estaba ahí, realmente deseaba verla, abrazarla y dejar un beso en su frente.

—Y-Yo... quiero verla, ¿puedo verla?—Preguntó Jungkook con la mirada gacha.

—Oh claro que la verás... si se va de aquí sin haberte visto con vida seguro y el siguiente rumor que correrá por el pueblo será uno en el que me acusen de secuestro y realmente no está en mis planes manchar mi reputación así

Jungkook esbozó una leve sonrisa y suspiró cuando fue soltado de agarre de los puños de Jimin.

—Iré ahora mismo—Jungkook se levantó como pudo de el suelo y sus piernas temblaron levemente mientras caminaba hacia la puerta, ansioso por ver a su progenitora.

—Espera... ¿a donde crees que vas así? Mírate, te ves como la mierda

Jungkook tan solo se giró a verle y observó su ropa, que si bien era la misma que Jimin le había puesto después de que... le hiciera eso... era cierto que estaba algo sucia y claramente su madre podría deducir las pésimas condiciones en las qué pasa sus días.

—Y-Yo no tengo nada más

—Lo se idiota... quédate aquí, traeré ropa, te cambiarás y subirás a ver a tu madre, le dirás que estás muy bien y te encuentras perfectamente en tu estadía aquí—Soltó Jimin acercándose de nuevo a el castaño.

Jungkook rápidamente camino hacia atrás alejándose por puro instinto. Sin embargo pronto la húmeda pared le impidió apartarse y quedó totalmente acorralado entre el muro y el cuerpo amenazante de el asesino.

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