Viernes 2 de octubre
El pueblo ya no lo veía como antes, al salir no recibía miradas cordiales y confianzudas, ahora las mujeres escondían a sus inocentes hijos al verle, los hombres alzaban sus pechos y le fulminaban con miradas amenazantes. Los chismes ya se había esparcido por todo el pueblo y Park Jimin pasó de ser el gran héroe de Burgsville a él posible asesino culpable de las decenas de muertes habidas en aquellos 10 años.
Namjoon le quitó el puesto de su mejor amigo, su fiable mano derecha, ahora si quiera le dirigía la mirada en las calles y se abstenía a cruzar palabra con el, Jimin bien sabía que se encontraba contra la espada y la pared, las sospechas que lo incriminaban eran grandes y jamás se había hallado tan a la deriva como en estos instantes, todo control que tuvo sobre su lindo pueblo de marionetas ahora era nulo, sin embargo, los sabios años le habían enseñado a salir de estas situaciones y si en todo ese tiempo no habían podido derrumbarlo está no será la excepcional ocasión.
—Jungkook te lo advierto, no me saques de mis casillas...
—¡No me vengas con eso idiota!, escúchame, yo no me iré de aquí, este lugar es mi hogar, tu eres mi hogar y ninguna mierda que digas me hará cambiar de opinión—Jungkook le encaró con una mirada penetrante, esa misma que al verla sabes a la perfección que será imposible de corromper, Jimin tenía en cuenta que al ver esos ojos azabaches se volvía perpetuamente débil como una simple hoja y esa no era ninguna excepción.
—Joder... no has visto como el pueblo ya sospecha, he visto numerosos guardias y veladores rondando la mansión—Jimin se acercó súbitamente al castaño el cual ni se inmutó ante la imponente presencia de el pelinegro a centímetros de el, porque sabía mejor que nadie que esté jamás lo lastimaría—¿Y sabes que buscan? La ultima prueba que acabe conmigo, quieren el cuerpo putrefacto de Pietro y lo encontrarán
—Excelente... que lo hagan, yo fui el que lo asesino y juro que lo confesaré
Jimin sintió la sangre hervir bajo su piel y a el ambicioso miedo floreciendo en su pecho, a este que no sólo le bastaba con aterrarle día y noche si no que hasta creaba perturbadoras imágenes en su mente, horribles películas que mostraban posibles futuros y cada uno involucraba a la muerte de su castaño. Pero Jimin jamás permitiría algo así, ya ha visto a una amada persona morir frente a sus ojos, siendo el un total cobarde u incompetente que tan solo se sumió en el terror dejando a esa alma perecer sin poder el hacer nada para evitarlo, no quería que la historia se repitiese.
—Te encerraré en esta mansión, te encadenaré a el sótano si es necesario Jeon, pero no permitiré que te asesinen— Jimin le miró con una temible seriedad
—No te atreverías...—Jungkook apretó sus labios, su quijada temblaba y deseaba poder descargarse contra algo o alguien en aquellos tensos instantes.
—Bien sabes que sí, por favor no me hagas llegar a eso—Jimin apaciguó su frívolo tono de voz y Jungkook relajó su expresión, aborrecía tener ese tipo de discusiones con el asesino pero era imposible que estuvieran de acuerdo en cada cosa que hicieran.
El mayor llevo su mano a la mejilla de su pareja y la acarició suavemente, Jungkook se mantuvo firme durante algunos segundos, no obstante, prontamente se hizo presa de la cálida mirada de su contrario y le fue inevitable derretirse ante él.
—Perdona... sabes que estoy aterrado—Jungkook habló primero bajando su arrepentida mirada al suelo
—No dejaré que nadie nos separe, te lo he dicho un centenar de veces—Jimin suspiró y atrajo el cuerpo de su menor al suyo propio, calmándole en cuestión de segundos con suaves caricias y un par de besos.
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Assasin's Puppet
FanfictionPark Jimin un joven adorado por muchos y odiado por pocos, con una imagen limpia para los demás y manteniéndose siempre en un alto puesto social en la corte de Burgsville, un pueblo sombrío que lleva siendo atormentado por numerosos homicidios sin r...
