Martes 21 de abril
Jimin irrumpió en la habitación de el menor y se apresuró en repartir cortos besos en su frente, mejilla, nariz, cabello y por último uno pequeño y afectuoso en sus labios de fresa.
—Buenos días—Jimin sonrió, mirando embobado a el adormilado joven.
—M-gh...—Jungkook bufó y se cubrió en su totalidad con las mantas, aún queriendo dormir un par de horas más.
—Jungkook son casi las doce...—Jimin río sutilmente y Jungkook, muy a regañadientes, se vio obligado a desperezarse.
El menor ya estaba acostumbrado a despertar de esa manera, al principio Jungkook realmente se sintió abrumado por tanto afecto, cariño y mimos, múltiples veces hasta se logró sentir incómodo, sin embargo, después de un par de semanas se terminó por acostumbrar y de vez en cuando hasta era el quien exigía y buscaba la atención completa de Jimin.
—¿Enserio?... demonios Jimin ¿porque no me despertaste antes?—Jungkook suspiró con pesadez, estirando sus brazos mientras un bostezo perezoso escapaba de sus labios.
—Lo lamento, pero te veías muy tierno dormido y además parecías bastante cansado—Jimin acunó el rostro de el menor entre sus manos y plantó un lento beso en esos labios que lo tenían más que obsesionado.
—¿Hoy saldrás a algún lado?—Preguntó Jungkook sin mucha importancia, aunque en realidad rogaba porque este permaneciera todo el día a su lado ya que por alguna razón ese día había amanecido con una gran necesidad de cariños.
—Me temo que si... Namjoon me citó en su residencia, planea hacer una reunión masiva en su mansión dentro de unas cuantas semanas y quiere que le ayude a planear todo—Jimin sonrió al percatarse de el puchero inconsciente en los labios de su menor—Y además tú me acompañarás...
—Pero Jimin...—Resolló entrecerrando levemente sus ojos.
—Ningún pero... vamos pequeño será divertido
—Agh...Bien—Jungkook rodó los ojos—¿Puedo salir al pueblo un rato? Me gustaría comprar algunas cosas y además muero por ver a mi hermana—Jungkook le miró con una suave sonrisa.
—Sabes que si, no debes preguntármelo Jungkook sabes bien que no eres mi prisionero—Jimin sonrió igualmente y alzó su mano en dirección a Jungkook
Jimin alzó a su menor de la cama y ambos bajaron hasta la hogareña y acogedora sala.
—Aún así, no quería preocuparte por si no me encuentras al llegar—Jungkook sonrió y se sentó de lleno en el gran sillón de la sala.
Su corazón y el se sentían en una profunda é indescriptible tranquilidad, eso era así cada día desde que Jimin y el habían confesado cada sentimiento en reprensión, la diferencia era casi palpable y con ello dejaron atrás todo el turbio pasado que habían vivido.
—Bueno aún me quedan algunos minutos...—El mayor se tumbó a un lado de él castaño y lo atrajo a sí mismo en escasez de segundos, Jungkook sonrió con júbilo y correspondió a él abrazo escondiendo su rostro en el cuello de Jimin.
—Jimin...
—¿Si cariño?—El mayor sonrió embelesado, entrelazando su mano con la de el castaño.
—¿Tu estás seguro de lo que sientes por mi?—Pregunto Jungkook, mirándole con sus ojos curiosos y sus labios ligeramente entreabiertos.
—¿Porque preguntas eso?—Preguntó atento y el castaño tan solo se encogió de hombros, desviando levemente su mirada—Bueno te daré tu respuesta...—Habló Jimin, dejando una leve caricia en el cabello de el más joven—Estoy mas que seguro, te quiero y mucho, siento esto desde hace meses y no lo había sentido con nadie antes de ti
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Assasin's Puppet
FanfictionPark Jimin un joven adorado por muchos y odiado por pocos, con una imagen limpia para los demás y manteniéndose siempre en un alto puesto social en la corte de Burgsville, un pueblo sombrío que lleva siendo atormentado por numerosos homicidios sin r...