"Capitulo 34=Final"

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Mañana de el 9 de octubre

El tiempo corre y se agota tan rápido como si este estuviera contado mediante un reloj de arena, uno que a pesar de su simplicidad ahora era crítico y definiría el destino de dos enamorados.

—¡Seokjin!—Namjoon corrió escaleras arriba con aquel pergamino arrugado en su puño, las letras que desbordaban susurros de sentencia se leían en el papel, eran palabras escritas a conciencia y suficientes para dar un giro de 360 grados a la historia de un lindo joven castaño.

—¿Que ocurre...? ¿Porque tanto alboroto?—El castaño salió de el baño cubriendo su lívida desnudes con una simple bata de lino y encaje.

—Está carta... estaba en la puerta y desmiente toda culpa de Jimin, yo lo sabía, mi amigo no podía ser un asesino—La sonrisa en el alcalde era inmensa—Léelo por ti mismo, Jeon Jungkook asumió la culpa de el homicidio de Pietro, es el quien debe morir y no Park

—Namjoon...—SeokJin formuló una lastimera mueca mientras sus ojos vagaban entre las palabras en la carta, había un error en todo aquello y era que Jungkook no pensó en lo que la boca de el mayordomo podía confesar—No se si esto sea cierto o no, pero créeme que no puedes dejar a Jimin libre, es un asesino en potencia, es peligroso

—¿Como aseguras tal cosa?...

SeokJin calló, la amenaza de aquel asesino aún resonaba en sus oídos como en cada noche y en sus memorias, y el temor por perder a su familia...perder a su linda hermana era suficiente para acobardarlo como a un débil ciervo.

—Namjoon, debes creerme, no puedes dejarlo
libre...—Rogó con tanta insistencia que Namjoon casi logra acceder—Puede ser que Jungkook esté bajo amenaza y no lo sé... —El castaño palideció—Solo créeme por favor

—SeokJin, no tengo tiempo para esto, debo impedir un castigo injusto y aplicarle uno al verdadero asesino...—Namjoon se alejó de su menor, aún con un dolor en su pecho gracias a la afligida mirada que su castaño le dirigía—Me tengo que ir

SeokJin sintió sus manos temblar de adrenalina y su cuerpo se movió solo hacía el de su mayor, sujetándolo firmemente de el chaleco negro.

—Escúchame... solo un par de minutos—Suplicó el menor tomando todas las fuerzas a su alcance para ser capaz de desenmascarar a todos los demonios que desde hace tiempo lo acechan—Yo presencié el homicidio de el doctor Miles, no fue ningún suicidio

—¿Que idioteces estas diciendo?—Espetó el mayor con desconcierto—SeokJin, no tengo tiempo

—¡Espera!... Jimin lo mato, yo lo vi todo—Lágrimas amenazaban con escapar de sus ojos—El me notó y me amenazo con matar a mi familia

Namjoon le miró con pesar y más aún al ver un par de sutiles lágrimas bajar por sus mejillas de porcelana. El mayor podía ver el dolor en esas pequeñas gotas saladas, veía su sinceridad y no dudó en creer cada una de sus palabras.

—¿Porque no me lo dijiste antes...?—Dijo mientras deslizaba su mano por la húmeda mejilla de el tembloroso chico, mientras la sangre hervía furiosa bajo su propia piel.

Jimin había tocado un punto muy débil en el y ahora sufriría el castigo que tanto merecía

—Tenía miedo...—Confesó bajando su mirada, totalmente apenado y culpable

—Tranquilo...—El mayor apresó a el de cabellos cafés entre sus brazos, dejando que este se refugiara en su cuello con aroma a pipa y brasas—Esos dos bastardos perecerán, no dejare que sigan atormentando a este pueblo y menos a ti...

—╼⊳⊰ 𖤍 ⊱⊲╾—

Jungkook vestía sus mejores galas, o más bien las mejores que Jimin le había proporcionado desde que se alojaba en su mansión. Se decidió por estar presentable el día de su juicio y siempre con un semblante fehaciente y orgulloso, le alegraba de sobre manera saber que daría su vida por la persona que ama, lo sentía como un honor o como un sacrificio realmente valiente, por lo tanto, no sentía ni el más mínimo sentimiento de arrepentimiento o miedo.

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