"Capitulo 30=Ángel caído"

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Tal vez corrí demasiado rápido, no me percate de el como te arrastraba conmigo, hoy el destino llega a la puerta de un ángel y lo convierte en uno caído, caído de el cielo y tragado por las tinieblas.

El acuerdo con el diablo cierra y el ángel se convierte, no solo en su testigo, sino también en su amante y fiel cómplice.

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El ambiente olía a humedad, tierra mojada y un palpable temor, la lluvia caía casi tan rápido como la huida de Pietro que pronto se adentró en la mansión de Park Jimin. Con su corazón en mano miraba a atrás cada cierto tiempo, siempre rezando por no ver ninguna melena cafe a lo lejos o esos ojos penetrantes que son casi capaces de sacarte hasta el alma en un parpadeo

—¡Jeon Jungkook!—Golpeó la puerta con desesperación, el tiempo corría veloz y se agotaba aún más rápido—Ábreme porfavor

>>Que siga ahí... que siga ahí y que no haya muerto ya<< Pensaba Pietro

El castaño creyó haber oído mal y sus esperanzas cayeron en un abrir y cerrar los ojos al oír aquella voz que para nada deseaba, su corazón aún latía dolorosamente y lo único que necesitaba era la voz de Park Jimin tranquilizándole.

—¡Jungkook!—Alzó la voz el exasperado ex judicial

Jungkook se cubrió adecuadamente con su simple bata larga y se dignó a abrir la puerta descubriendo detrás a un ajetreado y atemorizado rubio, sus ojos parecían llorosos y casi vacíos, como si hubieran visto una atrocidad capaz de llevarse hasta la última luz en ellos.

—M-mierda... estas bien—Pietro llevó una mano a su pecho y se adentró en la casa sin siquiera pedir permiso alguno—Vámonos de aquí... no permitiré que sigas bajo las garras de ese asesino, ¿el te hace estado manipulando?, ¿te amenazo?...

Jungkook se sintió abatido por tantas preguntas que su mente apenas y podía analizar, mucha información para una mente nublada por un reciente dolor y un corazón que no se dignaba a responder.

—Pietro... no se de que me estás
hablando—Hablo descolocado, como si las preguntas fueran un total desconcierto para el.

—Joder Jungkook... confirme todo esta noche, Jimin... estaba... joder debiste verlo, asesino a un grupo de cuatro hombres—Pietro hablo quejumbroso y con insistencia, no podía creer como es que Jungkook aún no sabía de eso si era el quien más a convivido con el hombre que para el era peor que un demonio—Fue una masacre, yo solo lo seguí desde lejos y me topé con todo eso, necesito ir ya mismo a la comisaría para informar todo y Jungkook, te necesito como testigo... dime, por favor dime si el te  hizo algo

Jungkook palideció y sus palabras se quedaron cortas en su garganta, sus miedos pronto renacieron en su pecho cual llama ardiente y sintió su interior quemar. Era como un pasado persiguiéndolo, el como dejo a su padre morir sin poder hacer nada o el como no estuvo para su madre en sus últimos días de vida, eran como los peores juicios en su vida que siempre le seguían acechantes y con funestos sentimientos detrás. Perder a Jimin era su peor miedo y no se permitiría quedarse con los brazos cruzados, no de nuevo.

—B-bueno debo confesarte que si... el me obligo a muchas cosas, me amenazó y me hizo mucho daño—Confesó con su mirada gacha—¿Y-y que pasara con el Joven Park?

—¿El?... no merece nada más que la peor tortura y la más dolorosa muerte habida y por haber—Pietro se acercó a el menor y acarició levemente su mejilla, compadeciéndose de tan inocente y pura alma... sin embargo Jungkook no sintió más que asco ante tal tacto—Tu sufrimiento será vengado Jungkook... te lo aseguro

Assasin's PuppetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora