Parte 17 negación

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Cierto omega recorría los pasadizos del Palacio De Loto con una gran sonrisa, a pesar de las suplicas de algunos discípulos que le invitaban a esperar hasta que informaran a su líder. Sin embargo, aun viendo sus rostros desesperados, Wei Ying rio despreocupadamente y se dirigió a un salón en especial de la residencia. 

—¡Shimei! No puedes secuestrar al hermano mayor todavía, espera hasta que estén casados. El viejo Qiren se llevó a Lan Zhan y no tengo con quién jugar —dijo Wei Wuxian azotando la puerta de la habitación, llevándose como respuesta una sorpresa única.

—¡Oh! Bienvenido, maestro Wei —saludó Lan XiChen con una sonrisa amable y radiante pintada en su rostro —. ¿A qué se debe su inesperada visita?.

El joven omega de túnicas oscuras contempló con la boca abierta al jade que estaba sentado correctamente con una taza de té en frente suyo; no obstante, lo sorprendente era que Zidian se encontraba reteniéndolo, restringiendo cada movimiento del alfa.

—¡Hermano XiChen realmente fuiste secuestrado! —exclamó de forma trágica Wei Ying —. ¡Oh, Shimei! ¿Dónde fue me equivoqué? —dramatizó limpiando las falsas lágrimas que yacían en las esquinas de sus ojos—. ¡Sé que en el fondo eres muy, muy, bueno!

—No  seas escandaloso, es culpa de ZeWu-Jun.

Wei Ying se percató de la otra persona en la habitación. Jin Ling yacía bebiendo un poco de té cuando repentinamente percibió la presencia del mayor sobre su persona y frunció las cejas en respuesta.

—¿Qué haces aquí?

—¡¿Y tú qué haces aquí?!

Jin Ling se incorporó y lo acusó con su dedo.

—Yo arribé a hacer una visita a mi tío debido a que recibí una notificación informando que no sentía bien, y cuando llegué, encontré a éste —señaló al jade— persiguiendo a mi tío como si fuera su sombra. No lo dejaba solo ni siquiera un mísero segundo y evitaba que cualquier discípulo alfa se le acerca; tampoco le dejaba carga cosas pesadas. Mi tío terminó por hartarse y lo ató con Zidian.

Sin terminar de escuchar la explicación, Wei Ying ya se hallaba sujetándose el estómago de tanto riese. Jin Ling enfureció.

—¿Qué es tan gracioso?

Recuperando algo de aire, el omega mayor miró a su sobrino con una sonrisa burlona.

—¡No mientas! Viniste porque escuchaste que A-Cheng se iba a casar y quisiste venir a reclamar a tu tío.

Las mejillas de Jin Ling se tornaron rojas como un tomate. Lo había descubierto.

—¡Patrañas! —cruzó sus brazos—. Solo lo vine a comprobar que ZeWu-Jun va enserio con mi tío, aunque sea un beta —vociferó girando la mirada hacia un costado.

—¿Beta? —inclinó la cabeza confundido para posteriormente mirar al alfa —. ¿No le has dicho aún?

La sonrisa radiante como el sol del primer jade, se opaco.

—Aún no he encontrado la oportunidad.

En ese momento las puertas del recinto se abrieron, esta vez era Jiang Cheng quien le dedicó una mirada helada al Lan antes de enfocarse en Wei Wuxian.

—Me indicaron que un desvergonzado ingresó sin permiso y vine a verificar quién era. Claro que no debería sorprenderme que fueras tú ese desvergonzado.

—¡Oye! ¿Cuántos desvergonzado crees hay en el mundo que vendían a visitarte? Solo yo acudiría a ver a un amargado como tú —dijo el omega con orgullo. Jiang Cheng puso los ojos en blanco.

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