Capítulo V

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Degustando una copa de Whisky Escocés, Albert se encontraba en la biblioteca, junto a todos los miembros de la familia Ardley, incluyendo a Patricia y a George

Tras pensar por largas horas y luego de una charla con la Tia Elroy, el rubio, siguiendo el consejo de la matriarca de la Familia Ardley, decidió que era el momento de romper una promesa hecha, casi seis años atrás.

Albert, era consciente que de cierta manera traicionaba la confianza de Candy, pero revelar aquel secreto era de vital importancia.

Todos en la estancia a excepción de la Tia Elroy,  estaban a la expectativa y no entendían cual era la razón por la cual Albert los había hecho reunirse y entendían menos la razón por la cuál los Duques de Grantchester debian estar presentes.

En cuanto Richard y Eleonor Grantchester arribaron a la villa Arldey, fueron encaminados por Rebeca, el ama de llaves, hacia la  biblioteca en donde todos aguardaban por ellos.

El llamado a la puerta, le indicó a Albert que la hora de la verdad había llegado.

Luego de todas las formalidades protocolarías, y tras reponerse de la sorpresa al saber que la actriz de Broadway Eleonor Baker era la madre de Terry, Albert les pidió a cada uno tomaran su lugar, en cuanto lo hicieron, pasó ambas manos por sus cabellos rubios, suspiró y luego aclaró su garganta para comenzar a hablar.

—Se que se preguntaran que hacen los Duques de Grantchester en una reunion —suspiró —que se supone es familiar —dijo mirando a cada uno de los miembros de la familia Ardley —tomó una bocanada de aire para infundirse valor —pues bien! Se los explicaré de manera breve.
Hay un asunto de suma importancia que los involucra a ellos directamente —todos lo observaron como si de pronto le hubiese salido una cabeza extra —Candy e Ian —dijo sin más.

—Que tiene que ver Candy e Ian con ellos —pregunto Archie prontamente.

—Todo —respondió el rubio —lo que quiero decir es que Ian es hijo de Candy y Terry.

—Oh Dios! Lo sabia, lo sabia, de quien as sino de Terry —decía una feliz Annie.

Eleonor y Richard se miraron entre si —esto es una broma ¿verdad? Preguntó la ex-actriz con voz temblorosa.

Albert negó con la cabeza —Cuando Candy fue a New York al estreno de Romeo y Julieta, ella y Terry —Eh, eh! Bueno ustedes entienden ¿verdad? Los Duques asintieron y Albert prosiguió —Un mes después de que Candy regresara a Chicago, me encontré con Terry en una cantina, lo reconocí de inmediato cuando lo escuché recitando las lineas de Romeo y Julieta, después de un buen cubo de agua, lo hice entrar en razón y lo llevé para que viera a Candy a la distancia, para que viera que a pesar de lo sucedido, Candy estaba haciendo su mayor esfuerzo por seguir adelante y lo motive a que siguiera el ejemplo de Candy —cuando Terry se perdió de mi campo visual, escuché los gritos de los niños que acompañaban a Candy en la pequeña Clínica Feliz, me apresuré para saber que era lo que sucedía y me encontré a Candy inconsciente, cuando estaba por salir de la clínica para llevarla al hospital, doctor Martin llegó y me pidió que recostara a Candy y que él le haría una revisión, luego de unos minutos me invitó a pasar para que le hiciera compañía a Candy —Albert cerró los ojos —cuando entré al pequeño consultorio, Candy estaba llorando, me asusté entonces y le pregunté porque lloraba, ella se lanzo a mis brazos y entre llanto me dijo que estaba embarazada —estaba asustada, no sabia que iba a ser de ella y de el,pequeño que crecía dentro de ella, yo,le aconsejé entonces que debía buscar a Terry y decirle que estaba esperando un hijo suyo, ella asintió y una semana mas tarde, yo la acompañe a la estación de Tren en donde abordó el primer tren rumbo a New York — una semana después Candy regresó a Chicago con el corazón destrozado, al no encontrar a Terry todas las veces que lo buscó en su departamento, escribió una misiva en donde le informaba a Terry su condición y la deslizó debajo la puerta del departamento, Candy esperó y esperó por días, semanas a que Terry fuera por ella y él nunca lo hizo, su noble corazón se volvió una coraza inquebrantable.

Recuperando El tiempo perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora