Recuperando El tiempo perdido

Capitulo VIII

Holas a todas hermosas.

Este capítulo va dedicado con todo mi corazón y mi amor, a una guerra por la que les ruego la llevemos siempre en nuestras oraciones; Nahomi algodonsitaclark12  Clark Dios te bendiga hermosa y recuerda, nunca dejes de sonreír y jamas apartes tu mirada de Dios, estas en sus manos, y créeme hermosa, estas en las mejores manos y Él tiene la ultima palabra 😉

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Escocia, Marzo de 1922

Dos semanas antes de la boda de Stair y Patty, Albert le informó a Candy que era necesaria su presencia en Escocia para resolver asuntos legales concernientes a la Villa Ardley la cual le pertenecía a ella, como parte del patrimonio Ardley, junto con la Mansion de Lakewood.

Tres semanas habían pasado desde que Candy salió de América y una semana exacta instalada en Escocia.

Era media noche y Candy no lograba conciliar el sueño, no sabía porque razón, pero durante todo ese día experimentó unas fuertes palpitaciones, era como si presintiera que algo no tan bueno estaba por suceder.

Bajó las escaleras y se encamino hacia la biblioteca, comenzaba a meditar, cuando de pronto se desató una tormenta de nieve —. Se paró frente al ventanal contemplando como los copos de nieve cain sin cesar —; cerró los ojos y los recuerdos de una tormenta de nieve en el mes de marzo de 1916 en la ciudad de New York vinieron a su momería —dos lagrimas rodaron por sus mejillas al recordar como una noche de tormenta de nieve se convirtió en la mejor noche de su vida y como la siguiente noche nevada, su vida había cambiado por completo — ahora con la madurez que los años le habían dado, reconoció que aquella noche se había equivocado al decidir por los dos —. Cubrió su boca para ahogar los sollozos que se escaparon de su garganta, al recordar lo tonta que fue —.pero que mas podia hacer, entonces? Ella era solo una adolescente inexperta, sin la guía y el consejo de una madre, una jovencita que era capaz de hacerse a un lado con facilidad, aunque por dentro su corazón se partía en mil pedazos.

Un fuerte ruido proveniente de la parte trasera de la Villa, la hizo volver de sus recuerdos, asustada ya que se encontraba completamente sola en compañía de su hijo y su fiel Dorothy quienes dormían plácidamente en la planta alta, —tomó lo primero que encontró, un enorme libro —; sigilosamente en la oscuridad de la noche, caminó hacía el lugar de donde provenía el ruido.

Si el libro no era suficiente, pues aquel sin vergüenza que intentaba entrar en su casa, probaría sus dientes y ademas se llevaría un buen rodillas en la fuente de su descendencia.

Escuchó el ruido del picaporte cediendo, alzó el libro por sobre encima de su cabeza y se preparó para el ataque.

En cuanto la puerta se abrió, sin pensarlo dos veces, Candy se fue al ataque del intruso.

—Aush, —se quejó el intruso.

Candy se lanzó sobre él como una gata salvaje en defensa de su territorio y comenzó a tirar de los cabellos del hombre que al sentir los tirones en su cabello, sacudió el cuerpo en un intento de quitársela de encima, al no conseguirlo, agarró fuerte el brazo de la joven rubia, quien por instinto, clavo sus dientes en el brazo de su captor, quien sin medir fuerza de un tirón la trajo frente a él y tuvo que apretar la nariz de la pequeña fieresilla para que abriera su boca y dejara de morderlo, Candy alzó su rodilla y propinó un fuerte rodillazo en las nueces del intruso quien cayó al suelo y comenzó a quejarse.

—Te volviste loca —desde cuando eres tan agresiva.

Aquella voz hizo que Candy en la oscuridad palideciera de pronto —¿Que demonios?