Epílogo

3.5K 274 106
                                    

La mandíbula de Terry se desencajo en cuanto vio a Candy enfundada en aquel hermoso vestido color durazno con lienzos fucsias, que enmarcaba su diminuta cintura, con un hermoso sombrero a juego, su dorada cabellera suela caía como como olas sobre su espalda, dos rebeldes mechones salían de peinado de manera graciosa y elegante enmarcando su hermoso rostro adornado por dos bellas esmeraldas wue brillaban con luz propia.

La mandíbula de Terry se desencajo en cuanto vio a Candy enfundada en aquel hermoso vestido color durazno con lienzos fucsias, que enmarcaba su diminuta cintura, con un hermoso sombrero a juego, su dorada cabellera suela caía como como olas sobre ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Papa, Tia Elroy dice que es de muy mal gusto que un caballero vea a una dama con la boca abierta mas de cinco segundos —dijo Ian mientras simulaba contar con sus pequeños dedos.

La voz susurrante de Ian hizo que Terry reaccionara y de manera sorprendente las palabras de aquel pequeñín lograron que un sonrojo apareciera en sus mejillas.

—Tienes razón, pequeño —respondió Terry con una risa entre dientes —¿Quien lo mandaba a tener un hijo tan listo como aquel pequeño, verdad?

—Pecosa, te ves hermosa —dijo de manera galante

Ian rodó los ojos al escuchar aquellas palabra y al ver la cara ensoñadora de Candy, sin medir palabras los dejó solos.

—Gracias, Terry; tu también te ves muy buen mozo.

El hizo una perfecta reverencia y extendió su mano para que ella se apoyara en esta.

—Es tiempo de marcharnos milady, creo que cierto caballerito debe estar desesperado en el carruaje.

**************************

—Bienvenidos  —una feliz Eleonor junto a su esposo Richard los recibieron

—Madre, estás guapísima  —galanteó Terry.

—Ustedes también lo están —respondió Eleonor al tiempo que saludaba a Candy mientras el Duque alzaba en brazos a su nieto.

—Abuelo —saludó Ian con un fuerte abrazo.

—¡Ah! Que bien se siente —dijo el Duque sonriendo.

—Y para mi no hay abrazo —Eleonor protestó haciendo un puchero.

—Si —respondió el niño abrazándola.

Eleonor invitó a Candy a pasar en compañía de Richard e Ian mientras ella ultimaba ciertos detalles con Terry.

—Te has tomado muy enserio tu papel de anfitriona, madre —dijo burlón.

—Soy la anfitriona —respondió ella dandole un pequeño golpe en la espalda.

Terry sonrió —está todo preparado —preguntó el castaño.

Recuperando El tiempo perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora