choi jongho

2.2K 118 19
                                    

[En este capítulo hay una pequeña referencia al imagina de San, quiénes lo hayáis leído sabréis a lo que me refiero. Pero sobretodo espero que os guste, hoy no me encontraba muy inspirada.]

El sudor le caía por la frente y las mejillas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sudor le caía por la frente y las mejillas. Las piernas le empezaban a responder mal y su respiración era acelerada pero entrecortada. Le volvieron a dar un golpe en el estómago y cayó al suelo, intentando volver a encontrar la respiración.

―Levántate, JaeIn, hay que seguir practicando ―le dijo su entrenador.

―Por favor ―susurró JaeIn, incapaz de hablar más alto―, necesito un segundo. No tengo aire.

Su entrenador bufó y se fue de la habitación dando un portazo.

JaeIn se giró y miró el techo.

El techo de la sala estaba completamente decorado con dibujos, ilustrando la historia del infierno. Su inicio, sus guerras, victorias, los pactos con el cielo... Hasta la leyenda de Caos, la cual estaba prohibida en el cielo.

Estaba tan inmersa en los dibujos que no se percató que alguien se había tumbado justo al lado de ella.

―Siempre me han inquietado estos dibujos pero son nuestra historia. ―JaeIn se asustó y se levantó corriendo, sin saber de dónde había sacado esa energía.

Miró al chico rubio que estaba en el suelo y se relajó. JongHo siempre tenía la manía de aparecer cuando ella menos se lo esperaba, provocando más de un susto. Era tan silencioso con sus movimientos que a veces JaeIn se preguntaba si de verdad era un demonio o una criatura siniestra dentro de un cuerpo inmortal.

―Si fueras mortal, ahora mismo te hubiese matado ―le dijo JaeIn mientras se sentaba al lado de él y le pegaba leves golpes en el abdomen. Él simplemente se río y fue una dulce melodía para los oídos de JaeIn, aunque nunca lo admitiera―. ¿Qué haces por aquí? Sabes que está restringida la entrada.

―Venía a ver cómo ibas con el entrenamiento y como he visto que ChiWon salía de la sala y tú no, he pensado que tenía que asegurarme que estabas de una pieza para mañana.

JaeIn cerró los ojos e intentó no ponerse nerviosa ni tensa.

Llevaba dos años preparándose para el día de mañana y sentía que aún no estaba preparada. Nunca lo iba a estar. Nunca hay suficiente tiempo para prepararse para ser Guardián de las Sombras.

Ser Guardián de las Sombras suponía tener uno de los máximos poderes en el infierno. Cada año se formaba un concurso con los mejores aprendices de Guardianes de las Sombras para luchar entre ellos y conseguir el máximo poder que se ponía en juego. Solamente un demonio de veinte podía tener ese poder. El más fuerte.

Entre los Guardianes de las Sombras había divisiones, ya que estaban los que tenían el poder otorgado por Satán y luego los demonios que llevaban años entrenándose y eran elegidos por la mano izquierda de Satán.

𝐀𝐓𝐄𝐄𝐙 𝐈𝐌𝐀𝐆𝐈𝐍𝐀𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora