kim hongjoong

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¡⚠️!

parte I

au donde a los 18 años un símbolo marcado en tu piel es el marcador de tu destino, o bien sobrevives o bien mueres

[He decidido que, a parte de escribir imaginas independientes, también iré haciendo como mini series de ocho imaginas en un universo alternativo inventado por mí. Los próximos imaginas también serán en este mundo de ficción pero completamente diferente, habrá alegres igual que tristes. Espero que os guste.]

En un mundo donde una marca define tu futuro y tu persona, no es fácil vivir con paz.

No eras una persona completa hasta que no cumplías los dieciocho y te salía la marca que depararía tu futuro. ¿Un poco injusto, verdad? Tu vida podía hacer un giro de 180 grados; igual que vivías el día anterior, el día siguiente podías morir tranquilamente por esa maldita marca.

MiJeong lo sabía a la perfección.


Su vida había cambiado al completo en tan solo dos días.

Un día antes de su cumpleaños era una chica libre, feliz, que vivía por y para las aventuras. Se estaba preparando para entrar en la mejor universidad y para eso su dedicación a los estudios era completa. A pesar de eso, se divertía, salía con sus amigos como cualquier adolescente despreocupada.

Justo cuando se levantó en su cumpleaños número dieciocho sabía que algo iba a cambiar. Toda persona a esa edad sabe que algo va a cambiar ese día. Lo que no sabía es que iba a cambiar a peor.

Cuando se levantó fue directa al espejo. Lo primero que quería ver ese día era su marca. Su pequeño tatuaje que la iba a acompañar hasta sus últimos días... Si no era un experimento fallido.

Cuando alzó la mirada pudo ver reflejado en el espejo su marca en el cuello.

Una gran cruz negra.

MiJeong se quedó procesando la situación. No podía ser un experimento fallido porque le había salido una marca. Si su destino hubiese sido morir nada más cumplir los dieciocho, no la tendría por ningún lado.

Así era el trato: vivías si te salía una marca o morías si no estabas marcada.

Todos los que tenían un símbolo marcado en su piel tenían capacidades extraordinarias. Algunos tenían poderes tales como el control del fuego, del agua, del viento; algunos podían tener habilidades excelentes en cuanto a las artes marciales. Los que tenían un símbolo que les dotaba de algo especial y útil eran recluidos por el Estado y automáticamente empezaban a trabajar para él.

Otros poderes eran más simples como la rapidez, la agilidad, poder camuflarse... Poderes que a lo mejor no servían para algo como el Estado pero sí te cambiaba la vida igual.

𝐀𝐓𝐄𝐄𝐙 𝐈𝐌𝐀𝐆𝐈𝐍𝐀𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora