𝐿𝑎 𝑣𝑖𝑒 𝑒𝑛 𝑟𝑜𝑠𝑒 3

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Que delicioso aroma envolvía mis sentidos.

Abrí mis ojos y me encontré sentada en una silla de elegantes detalles y una mesa en juego con la madera de mi asiento. Frente a mi había un platillo de carne y pure con salsa, se veía tan delicioso, como una foto de libro de cocina.

- Hola ___ - dijo un hombre tras de mí.

Su repentina presencia me hizo saltar levemente de mi asiento, al girar la cabeza lo vi a él.

-Oh... Hola- sonreí leve, me encanté por volver a verlo.

Había olvidado como era su nombre, ni si quiera recuerdo si me lo había mesionado.

- Lamento traerte sin avisar- dijo él.

Se paró a mi lado con ambos brazos tras su espalda, se inclinó levemente y tomó mi mano con delicadeza para dejarle un beso en el dorso. Se veía tan elegante, era alguien sumamente alto y robusto como si se ejercitara todos los días de su vida.

- Preparé la cena para los dos - continuó y se sentó a mi derecha. - Espero que sea de tu agrado.

Miré la comida frente a mi y alegue;

- Me está empezando a gustar estos sueños, huele muy bien - lo miré y sonreí.- Gracias... eh ¿como puedo llamarte?

- Dime Offenderman.

- ¿Offenderman? Que curioso nombre tiene.- reí leve.

Narra Offenderman

-(¿Un sueño?, ¿en serio cree que esto es un sueño?. Creo que por el momento será mejor que lo piense así) - pensé mientras observaba esos labios curvados, se la veía tan complacida.

- Comencemos antes de que se enfríe.- Parecía algo tímida para comer, quizás estaba esperando a que yo se lo permitiese.

- E-eh esta bien, gracias Offenderman.- asintió cortésmente y se dio el lujo del primer bocado.

-Por favor, dime Offender u Offen. Con mi nombre completo puede que se te trabe la lengua.- Reí, ella agachó la mirada y se hecho una leve risilla.

- Esta bien, Offender.- sonrío y continuó comiendo.- Hmm, está tan delicioso.

A pesar de su apariencia descuidada, el maltrato a su cabello, su forma de vida y la manera en la que fue criada, era alguien educada, y eso me encantaba de ella, era quien deseaba ser a pesar de estar rodeada de personas tóxicas, nunca la vi drogarse, robar o ... matar ... eso último, no fue su culpa.

Hablamos de gatos casi toda la cena, no sabía que le gustaban tanto, me preguntó un par de cosas, pero nada importante.

-¿Y donde estamos hoy Offender?- indagó ella.

- Estamos en mi mansión.- respondí.

- ¡Tu mansión!- Abrió la boca, supongo que de la sorpresa y miró a su alrededor.

- Parece un castillo que verías en alguna película como Harry Potter, pero elegante. - Rio en lo bajo.

- ¿Como debería de tomarme eso?.- No sabía quien rayos era Harry Potter.

- Bien, me gustan los castillos de Harry Potter.- Continuó ella y yo sonreí a gusto por ello.

Al terminar la cena, acabé con lo último que quedaba del vino y propuse;

-Esta vez, tu sueño será un poco más largo que la vez anterior. Deseo hacer algo contigo.- le sonreí y deposite mi mano sobre la suya.

-¿Q-que? ¿Qué quieres hacer... exactamente? - Su voz tambaleó y sus mejillas apropiaron un hermoso carmín.

Tus Realidades (OffendermanXLector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora