Que delicioso aroma envolvía mis sentidos.
Abrí mis ojos y me encontré sentada en una silla de elegantes detalles y una mesa en juego con la madera de mi asiento. Frente a mi había un platillo de carne y pure con salsa, se veía tan delicioso, como una foto de libro de cocina.
- Hola ___ - dijo un hombre tras de mí.
Su repentina presencia me hizo saltar levemente de mi asiento, al girar la cabeza lo vi a él.
-Oh... Hola- sonreí leve, me encanté por volver a verlo.
Había olvidado como era su nombre, ni si quiera recuerdo si me lo había mesionado.
- Lamento traerte sin avisar- dijo él.
Se paró a mi lado con ambos brazos tras su espalda, se inclinó levemente y tomó mi mano con delicadeza para dejarle un beso en el dorso. Se veía tan elegante, era alguien sumamente alto y robusto como si se ejercitara todos los días de su vida.
- Preparé la cena para los dos - continuó y se sentó a mi derecha. - Espero que sea de tu agrado.
Miré la comida frente a mi y alegue;
- Me está empezando a gustar estos sueños, huele muy bien - lo miré y sonreí.- Gracias... eh ¿como puedo llamarte?
- Dime Offenderman.
- ¿Offenderman? Que curioso nombre tiene.- reí leve.
Narra Offenderman
-(¿Un sueño?, ¿en serio cree que esto es un sueño?. Creo que por el momento será mejor que lo piense así) - pensé mientras observaba esos labios curvados, se la veía tan complacida.
- Comencemos antes de que se enfríe.- Parecía algo tímida para comer, quizás estaba esperando a que yo se lo permitiese.
- E-eh esta bien, gracias Offenderman.- asintió cortésmente y se dio el lujo del primer bocado.
-Por favor, dime Offender u Offen. Con mi nombre completo puede que se te trabe la lengua.- Reí, ella agachó la mirada y se hecho una leve risilla.
- Esta bien, Offender.- sonrío y continuó comiendo.- Hmm, está tan delicioso.
A pesar de su apariencia descuidada, el maltrato a su cabello, su forma de vida y la manera en la que fue criada, era alguien educada, y eso me encantaba de ella, era quien deseaba ser a pesar de estar rodeada de personas tóxicas, nunca la vi drogarse, robar o ... matar ... eso último, no fue su culpa.
Hablamos de gatos casi toda la cena, no sabía que le gustaban tanto, me preguntó un par de cosas, pero nada importante.
-¿Y donde estamos hoy Offender?- indagó ella.
- Estamos en mi mansión.- respondí.
- ¡Tu mansión!- Abrió la boca, supongo que de la sorpresa y miró a su alrededor.
- Parece un castillo que verías en alguna película como Harry Potter, pero elegante. - Rio en lo bajo.
- ¿Como debería de tomarme eso?.- No sabía quien rayos era Harry Potter.
- Bien, me gustan los castillos de Harry Potter.- Continuó ella y yo sonreí a gusto por ello.
Al terminar la cena, acabé con lo último que quedaba del vino y propuse;
-Esta vez, tu sueño será un poco más largo que la vez anterior. Deseo hacer algo contigo.- le sonreí y deposite mi mano sobre la suya.
-¿Q-que? ¿Qué quieres hacer... exactamente? - Su voz tambaleó y sus mejillas apropiaron un hermoso carmín.
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Tus Realidades (OffendermanXLector)
Hayran KurguTres historias con tu protagonismo y el de Offenderman. La primera será dulce, un diluido fácil de tragar y agradable a la mente. "La vie en rose" La segunda será un balance entre la falacia y la verdad, un agridulce que pinta colores opacos. Aquí...