NARRA ALBA
- Veréis... Natalia ha perdido mucha sangre, como sabréis ha recibido tres disparos en tres lugares diferentes. Durante la operación ha habido muchas complicaciones, entre ellas dos paros cardiacos, no ha sido nada fácil, pero ahora se encuentra estable. Mañana a primera hora se permitirán las visitas.- Explicó el médico.
- Gracias.- Dijo la madre de Natalia llorando.
- Pero es muy posible que no recuerde nada.- Añadió el médico.
- ¿A qué se refiere?- Preguntó el padre de Natalia.
- Que no podrá recordar nada, ni de las experiencias, las personas, nada. Pero lo bueno es que con el tiempo y paciencia lo podrá recordar todo. Todo esto es debido a la sangre que ha perdido.- Explicó el doctor.
- La necesito ver.- Dije con lágrimas en los ojos.
- Hasta mañana no podréis, lo siento.- Dijo el médico yéndose de ahí.
- JODER.- Grité dándole una patada a la pared.
- Clámate.- Dijo Mikel abrazándome.
- No va a recordar nada.- Dije derrumbándome.
- Con el tiempo lo hará.-
- Esto es una mierda.-
- Lo sé.- Dijo Mikel sin dejar de abrazándome.
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No conseguí dormir casi nada. Había reservado un hotel que estaba más cerca del hospital, el mismo que la familia de Natalia.
Me levanté, me duché, me vestí y desayune con Mikel. Decidimos ir un poco más tarde para dejar primero a los padres y hermanos de Natalia.
El horario de visitas era a partir de las 9 y ya eran las 11, por lo que ibamos ya para allá.
Me sorprendió mucho el hecho de que no hayan metido a Natalia en la UCI y la hubieran subido a planta directamente.
Llegamos y me quedé parada en la puerta, no sabía que hacer.
- Vamos Alba, sus padres no están, nos han querido dar intimidad.- Dijo Mikel.
- Voy a ver a Joan, entra tu primero, prefiero entrar sola si no te molesta.- Le dije.
- Vale, cuando llegues entras y yo me voy, llámame por cualquier cosa.- Dijo Mikel dándome un beso en la frente u entrando.
Me fui a la habitación de Joan donde estaban Miki y Dave y entré.
- Buenos días.- Dije yendo hacia Joan y dándole besos por toda la cara.
- Hola.- Dijo Miki abrazándome, seguido de Dave.
- ¿Como estas?- Le pregunté a Joan.
- Podría estar mejor.- Contestó con una sonrisa.
- Me alegro muchísimo de que no te haya pasado nada relativamente grabe.- Dije entrelazando mi mano con la suya.
- ¿Tu como estas?- Me preguntó Joan.
- Bueno, no he pegado ojo en toda la noche.-
- ¿Has ido a ver a Natalia?- Me preguntó Dave.
- Aún no.-
- Nosotros ya hemos ido.- Dijo Miki.
- ¿No recuerda nada, no?-
- No mucho, pero a sus padres les ha recordado y a Santi también, a Elena no, pobre, estaba destrozada.- Explicó Dave.
- Joder.- Dije suspirando.