NARRA NATALIA- Alba.- Dije acariciándole la mejilla.
- ¿Qué?-
- Vamos a desayunar.-
- Un rato más.-
- Llevo mucho tiempo despierta ya.- Me quejé.
- Hace mucho que no estamos así, déjame disfrutar.- Dijo Alba abrazándose más a mí.
- Pero habrán más veces.-
- 5 minutos.-
- Tres.-
- Cuatro.-
- Dos.-
- Vale, cinco.- Dijo Alba riendo.
- Tres.-
- Vale, pues tres.-
- Ya han pasado tres minutos.- Dije dándole un beso de vaca.
- Natalia que asco.- Dijo Alba limpiándose la mejilla.
- Pues bien que te comes mis babas.-
- Que asquerosa eres.-
- La primera vez que te dormiste a mi lado te desperté igual, en el avión. ¿Te acuerdas?- Le dije y ella empezó a llorar.
- Nat...- Dijo limpiándose las lágrimas.
- ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?- Dije abrazándola tan fuerte que creí que la partiría en dos.
- Te has acordado...-
- Pues claro.-
- Aun lo estoy asimilando, el que me hayas recordado.-
- Pues asimílalo ya mujer.- Dije riéndome y repartiendo besos por toda su cara.
- Es que de verdad que no te haces una idea de lo que te he echado de menos.-
- Y tú no te haces una idea de lo mucho que te quiero.-
- Seguro que es la mitad de lo que te quiero yo a ti.- Dijo Alba sonriendo.
- Mejor dicho el doble.-
- Pues yo te quiero el triple.-
- Anda, vamos a desayunar va.-
- Natalia Lacunza, arruinando momentos románticos desde 1999.-
- Lo que tu digas.- Dije poniéndome unas bragas y una camiseta y saliendo por la puerta.
- Buenos días.- Dijo Marta en cuanto entré en la cocina.
- Hola.- Dije dándole un abrazo.
- Buenos días.- Dijo Alba detrás mío.
- ¿Volvéis a ser novias, verdad?- Preguntó María entrando en la cocina.
- Efectivamente.- Dije sonriendo.
- Ayer creo que todo el edificio se enteró de que te llamas Natalia.- Dijo María.
- ¿Qué?- Pregunté sin entender nada.
- Pues que ayer por la noche solo se escuchaba a Alba gemir tu nombre.- Dijo Marta riendo.
Me giré y vi que Alba estaba más roja que un tomate, tapándose la cara con las manos.