NARRA ALBA- Estate quieta.- Me riñó mi madre.
- No puedo.- Dije sin dejar de dar vueltas por la sala.
- Todo va a salir bien.- Me dijo mi padre.
- ¿Y si se fuga?-
- Pero a ver Alba, ¿Cómo se va a fugar?- Me dijo Marina.
- No lo sé.- Dije sentándome en una silla.
- Venga, que tienes que salir ya.- Me dijo mi madre dándome un beso en la frente.
- Nosotras nos vamos a sentar.- Dijo mi hermana saliendo con mi madre.
- Venga, vamos.- Dijo mi padre extendiéndome el brazo.
- Que nervios.- Dije saliendo de la sala y encaminándome al altar. Donde de lejos pude ver a Natalia que estaba llegando del brazo de su padre.
- Esta guapísima.- Le dije a mi padre al oído.
- Tu lo estás más.- Dijo el sonriéndome.
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- Guapa.- Dijo Natalia en voz muy baja para que solo lo escuchara yo.
- Natalia Lacunza Sanabdón, aceptas a Alba Martinez Reche como tu futura esposa, para amarla, consolarla y cuidarla en la salud y en la enfermedad, guardándole fidelidad durante el tiempo que duren sus vidas?- Le dijo el cura a Natalia.
- Acepto.- Dijo Natalia mirándome con una sonrisa.
- Alba Martinez Reche, aceptas a Natalia Lacunza Sanabdón como tu futura esposa, para amarla, consolarla y cuidarla en la salud y en la enfermedad, guardándole fidelidad durante el tiempo que duren sus vidas?-
- Acepto.- Dije antes de que nos pusiéramos los anillos.
- Por el poder que se me ha concedido, yo os declaro mujer y mujer.- Dijo el cura cerrando la libretita que tenia.
- Ven aquí.- Dije cogiendo a Natalia de la cintura para besarla.
Se escucharon los aplausos de los presentes y un "viva las novias" de la Mari.
- Vamos.- Dijo Natalia cogiendo mi mano y pasando por el altar.
- Te amo.- Dije cuando llegamos al final del altar.
- Y yo... Pero perdóname por esto.- Dijo Natalia. Le iba a preguntar el porqué, pero no me dio tiempo porque me cogió en brazos y se fue corriendo al mar para tirarnos a las dos.
- NATALIA.- Grité cuando salí de debajo del agua.
- NIÑAS LOS VESTIDOS.- Gritaron nuestras madres haciendo reír a Natalia.
- Te amo tanto... Es que la palabra "amar" se queda corta cuando se trata de lo que siento por ti.- Me dijo Natalia apoyando su frente en la mía.
- Joder.- Dije empezando a llorar.
- Ei, no llores. ¿Qué pasa?- Dijo Natalia abrazándome.
- Es que estoy feliz, lloro por la felicidad que siento ahora mismo, por el amor que tengo hacia ti y por el que tengo hacia todos los que han venido.- Dije separándome del abrazo para mírala a los ojos.
- Mi amor...- Dijo Natalia empezando a llorar mientras reía y me volvía a abrazar.
- SALID DEL AGUI E IR A CAMBIAROS QUE EMPIEZA LA FIESTA.- Nos gritó María.
- ¿Vamos?- Le dije a Natalia tendiéndole la mano.
- Siempre.- Dijo Natalia cogiendo mi mano y saliendo del agua bajo la mirada de los presentes.