***
Katsuki permanecía sentado en uno de los asientos disponibles, tratando de calmarse mientras observaba a algunos de los policías hablar entre ellos.
"¿De qué estarán hablando? No creo que haya mucho de lo que puedan debatir respecto a una denuncia por acoso."
Cuando los policías terminaron de hablar, el más veterano de ellos se acercó a Bakugou.
-Disculpe, joven. Pero ni esta comisaría ni ninguna otra, tramitará su denuncia. Así que le pido encarecidamente, que se olvide de este asunto.
-¡¿Cómo dice?! ¡¿Qué me olvide?! ¡¿Por qué debería?!
-Porque la persona a la que trata de denunciar, es intocable. Nadie le hará caso, al no ser que no les importe perder su empleo, claro.
Entonces recordó cuando el mismo Midoriya le había advertido de ello pero él no se lo creyó en aquel momento. Ahora veía con claridad lo corrupta que la supuesta justicia.
"Así que era cierto...Esto es increíble, parece de película."
-Venga, marchesé.-Le exigió el policía.
Katsuki salió de su ensimismación y sintió rabia al mirar al agente.
-¡Eres un hijo de puta! ¡Tú y todos los que estáis aquí! ¡Sois basura infecta!
Todos los agentes se quedaron mirándolo, unos con indiferencia, otros con culpabilidad, con vergüenza y algunos con burla.
Bakugou no dijo nada más y salió de allí dando un portazo.
Los policías volvieron a lo suyo y actuaron como si nada hubiese sucedido.
***
Una vez que estuvo en la calle, Katsuki sintió mucha frustración. Aquello no debía ser así, él tenía que hacer algo. Era totalmente inadmisible que los agentes pensasen que iba a estarse de brazos cruzados.
"Tengo que hacer algo, no permitiré que ese imbécil se salga con la suya."
El joven se quedó pensativo durante unos segundos hasta que se le ocurrió una idea.
"Creo que ya sé lo que voy a hacer."
Sacó su móvil del bolsillo y lo desbloqueó para llamar a Todoroki. Al hacerlo, comprobó que tenía varios mensajes de él pero no los respondería porque le iba a contar todo, así que le dió a la opción de llamar y se puso en contacto con su amante.
>¿Katsuki? ¿Pasa algo? ¿Por qué no contestabas a mis mensajes?
-Shoto...Yo... Siento no haberte respondido pero te contaré el por qué ahora mismo.
>Está bien, te escucho.
Durante unos minutos, Katsuki le relató a Shoto lo que había sucedido, sin omitir ningún detalle.
>Ese hijo de puta...Esto no puede quedar así. Tenemos que hacer algo al respecto.
-Lo sé, por eso te llamo. Necesito tu ayuda, ¿se te ocurre algo?
>Hay varias opciones pero lo primero es que me digas dónde estás.
-Vale, te enviaré la ubicación.
>De acuerdo, espérame donde sea que estés. Llegaré lo más pronto posible, nos vemos.
-Hasta ahora, Shoto.
Bakugou colgó y se sentó en un banco para esperar a Shoto. Ahora ya estaba más tranquilo. Podría hacer justicia.
"Ya verás, Midoriya. Te voy a joder como nadie nunca lo ha hecho. Pagarás por todos tus errores."-Pensó Bakugou optimista.
***
En una de las transitadas calles, se encontraba Izuku que estaba buscando a Bakugou."¿Dónde estás, Kacchan? Espero que estés cerca y que no te haya pasado nada."-Pensó preocupado.
Midoriya se acercaba a las personas que pasaban cerca de allí y les preguntaba si habían visto a Katsuki pero todo el mundo lo negaba.
"¡Maldición! Esto va a ser más complicado de lo que pensaba."
Izuku continuó andando y preguntando a la gente que por allí pasaba hasta que dio con un hombre mayor.
-Disculpe, señor. ¿Ha visto a este chico?
El hombre fijó su vista en la fotografía que se mostraba en el móvil de Midoriya.
-Umm...Me suena, creo que lo he visto por una plaza...Me parece que era la Plaza del Ángel.
-De acuerdo, muchas gracias, señor.
Se despidió del amable desconocido y corrió en dirección a la plaza.
"Vaya... Kacchan sí que has llegado lejos."-Pensó mientras corría tanto como sus piernas se lo permitían.
***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!
¡Espero que os haya gustado!
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I'll be your Daddy [Todobaku]
FanfictionKatsuki Bakugou es un chico normal que estudia ingeniería mecánica, tiene diecinueve años, al ser estudiante no tiene mucho dinero para así que se pone a trabajar en una cafetería bastante lujosa como camarero. Todo parece ir bien hasta que Shōto T...