Cita I.(corregido)

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***

Iida llegó a la mesa en la que estaban sus amigos y notó que éstos parecían estar teniendo una agradable conversación.

"Parece que han arreglado... Menos mal, estaba preocupado de que aún continuasen enfadados."-Pensó Iida sonriendo.

-Midoriya-kun, Todoroki-ku. ¿De qué estáis hablando?-Les preguntó su amigo.

Ambos se quedaron mirando a su amigo y, por un instante, no supieron qué responderle pero Midoriya consiguió reaccionar primero.

-Nada, estábamos hablando de la exposición de arte en la que nos vimos ayer. ¿Verdad, Todoroki-kun?-Le preguntó Midoriya sonriéndole falsamente.

"Joder, qué asco das, Midoriya."

-Ah, sí. Ayer coincidimos. Sin embargo no pudimos conversar demasiado, una pena.

-Sí, mucha.

"Eres un falso, Todoroki-kun."

-¿En serio? Yo no te vi, Midoriya. ¿Por qué no me saludaste?

-Eh...Porque no te vi. Ni siquiera sabía que estabas allí, sino te hubiera saludado. Lo siento.

-Ah...Supongo que tiene sentido. Bueno, no te preocupes, con tanta gente...

Todoroki miró a Midoriya. Él sabía que su examigo mentía, él mismo le había preguntado que si le había visto. El joven no entendía por qué el de cabello verde estaba actuando así. 

"Tú no eras así antes, Midoriya. ¿Qué te ha pasado?"

Los tres amigos siguieron como si nada y se tomaron sus cafés mientras conversaban.

***

Al día siguiente a la hora de la cita...

Eran las doce menos diez y Todoroki ya se encontraba en la Plaza del Ángel, sentado en un banco, esperando a Bakugou.

"Llegué algo pronto pero no me importa, estaba demasiado impaciente como para tardar más."

Y era cierto, Todoroki estaba bastante nervioso y no aguantaba un segundo más en su casa.

El bicolor, para evitar sentirse más impaciente, decidió usar su móvil para entretenerse mientras esperaba a su amado.

Afortunadamente no tuvo que esperar más allá de cinco minutos ya que Bakugou no fue impuntual.

-Hola, Shoto. ¿Has estado mucho tiempo esperando?

Todoroki apartó su mirada del móvil para ver el rostro de rubio cenizo.

-Eh...No, no te preocupes. Apenas han pasado cinco minutos desde que llegué.

Todoroki se levantó del banco y besó a Bakugou a modo de saludo, acto que hizo que el rubio cenizo sonriera.

-Es bueno saberlo. ¿Nos vamos?

-Claro, ¿a dónde vamos?

-Había pensado en invitarte a un helado. Hay una heladería muy buena por aquí cerca, ¿quieres?

-De acuerdo pero no dejaré que pagues nada.

-¿Por qué? ¿Crees que no puedo pagar unos malditos helados?

-No es eso, es sólo que yo soy tu Daddy. Ya sabes lo que eso significa.

-Me importa una mierda, hoy te invito yo. No admito quejas.

Todoroki no pronunció queja alguna y dejó que Bakugou lo guiase hasta la heladería que le había mencionado.

***

I'll be your Daddy [Todobaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora