HAREK

Capítulo 7

—POR FAVOR, HAREK –grité con desesperacion–

Él me ignoró completamente.

—VAMOS CAPERUCITA –volvió a gritar– ¿TAN FÁCIL TE RINDES?

—Será lo mejor, estaré bien –susurré– lo prometo

Él me miró y negó con la cabeza mirando hacia abajo.

—¡SAL DE TU ESCONDITE, CAPERUCITA! PUEDO OLERTE. –esbozó una sonrisa burlona mirando directamente entre los árboles–

Mis nervios aumentaron al escuchar un gruñido proveniente del bosque. Drack era lo que menos me importaba en ese momento, no podía dejar que Harek perdiera todo por estar ayudándonos.

Fue cuando se dejaron ver, eran cinco lobos todos de nuestra manada, ellos fueron salieron del bosque lentamente en tono amenazante.

Cobarde.

Corrí hacia Harek poniéndome delante de él.

—Pensé que traerías más –habló conteniendo la risa, sin embargo su sonrisa burlona inundaba su cara– Un completo cobarde.

Su voz irradiaba tanta burla y calma, mientras yo estaba al borde de un paro cardíaco. Escuché el gruñido de Drack, estaba listo para atacar.

—¡BASTA! –Grité– ¡VUELVAN POR DONDE VINIERON!

Sentí la respiración de Harek en mi nuca y luego su voz.

—Puedo con ellos y más, cielo. –susurró–

Su ronca voz me estremeció y el gruñido de Drack me alertó, Harek se alejó y habló firmemente.

—Vuelve a la casa y no salgas hasta que vaya a buscarte –sentenció–

—¡No! –exclamé– no dejaré que te hagan daño.

Él sonrió y me miró.

—Quisiera verlo. Entrá a la casa –ordenó–

Drack se acercó un poco más mientras gruñia.

—No lo haré –lo miré– no dejaré que esto pase.

Escuché como Harek silvó y supe lo que significaba, de la nada apareció un hombre acercándose a él.

—Alpha –habló–

—llévatela a la casa–dijo serio– no dejes que salga antes de que yo vaya a buscarla –habló firme mirándolo–

El hombre solo asintió y en tres segundos me tenía sobre su hombro cargándome y empezó a caminar.

—¡NO! –Grité– Harek, por favor. –supliqué– ¡NO HAGAS ESTO! –volvi a gritar– por favor. –repetí–

Mi voz pasaba de suplicar a hablar con enojo, eran demasiadas emociones juntas.

Estaba desesperada.

Él me ignoró y escuché nuevamente el gruñido de Drack.

—Vamos, caperucita. –se burló– ATÁCAME

Ví los oscuros ojos de Drack y como la ira lo consumía, su lobo lo estaba dominando. Estaba listo para atacar, lo haría.

Grité al ver como iba directo hacia él, los latidos de mi corazón eran tan rápidos estaba por explotar. En cambio Harek estaba completamente tranquilo donde mismo, incluso su expresión era más burlona.

Ví todo en cámara lenta, la desesperacion había inundando mi cuerpo ya por completo, Drack paró en seco.

Dan.

Éste se posicionó entre ambos, lo había logrado, Drack paró. Estaba al borde de un colapso nervioso.

—¿¡QUÉ DEMONIOS LES PASA!? – gritó a los lobos de la manada– ¿ACASO NO SE DAN CUENTA QUE LOS MATARÍA A LOS CINCO EN UN PAR DE MINUTOS?

Jamás lo habia visto de aquella manera, él siguió y su voz solo demostraba enojo y desesperacion.

—ES EL ALPHA MAYOR –GRITÓ–¡ES UN LOBO NEGRO! POR MÁS QUE QUISIERAN JAMÁS PODRÍAN CON ÉL

Los acompañantes de Drack entender la situación y retrocedieron un par de pasos lentamente para luego correr y perderse en el bosque, dejandolo completamente solo. Dan lo miró y habló.

—¿QUIERES MORIR HOY, DRACK?–escupió con furia– si eso es lo que quieres, ATÁCALO.

Escuché la risa burlona de Harek, miraba directamente a los ojos a Drack.

—VAMOS CAPERUCITA, ESTOY ESPERANDO.

Su voz estaba llena de burla y de calma a la vez, estaba provocandolo. Drack gruñó fuertemente y se alejó, perdiéndose en el bosque como los demás.

Respiré aliviada al ver la escena, sentí como mi corazón volvía a latir. Harek caminó directo hacia mí, aquel hombre ya me había bajado.

—Ve por tus cosas –ordenó–

Negué con la cabeza, él me miró algo enfadado.

—Si vuelve, vendrá a desquitarse contigo –habló– y no voy a permitirlo. Si tengo que secuestrarte, lo haré. –sentenció– ve por su maleta –miró al hombre–

Él solo siguió las órdenes y antes de que pudiera decir nada Harek ya me tenía sobre su hombro y empezó a caminar.

Le grité todo lo que pude a Dan para que me ayudara en cambio él solo movió su mano diciéndome "adiós"

Harek abrió la puerta del auto y me dejó caer con cuidado en el asiento del copiloto y colocó el cinturón de seguridad.

—No dejaré que nada malo te vuelva a suceder –me miró mientras hablaba firmemente-–lo prometo. Nadie volverá a tocarte. Destruiré a quien sea con tal de defenderte.

Aquella voz, su dulce olor y sus perfectos y profundos ojos azules. Nuestras miradas se encontraron y volvió a hablar.

—Soy capaz de todo por protegerte, cielo –susurró–