Mi vista la divisó en un instante, charlaba alegremente con ellos y entonces los recuerdos me invadieron de inmediato al ver la escena. Las vacaciones que tomaba de pequeña junto a sus abuelos cada verano volvieron a mí y entonces supe por donde Drack atacaría. Mis cuerpo reaccionó con rapidez haciéndome caminar hasta ellos con desición y alejé a Alice.
—Me alegra verte, Rysh.
No podía decir lo mismo, aquella sorpresa no era nada gratificante.
—Has crecido mucho.
La tierna voz de la anciana no me conmovió ni un poco.
—¿Qué hacen aquí? –cuestioné con frialdad gracias a los nervios que comenzaban a tomar posesión de mí.
Todos lo sabíamos.
—¿Podemos hablar? –Alice interrumpió
La miré totalmente pasmada por aquello y un dudoso «No» salió de mi boca. Podía notar el pesado ambiente que se había formado a nuestro alrededor gracias a mi presencia, sus abuelos caminaron hacia la salida y antes de marcharse volvieron a mirarla.
—Vendremos por ti el lunes a primera hora, así tendrás tiempo de despedirte.
Su cálida sonrisa me hizo enfadar. Negué con desición, mi cuerpo estaba lleno de enojo pero sobre todo de desesperacion. No era algo que debía estar ocurriendo, Drack no podía estar jugando conmigo de esta manera. Los vi cerrar la puerta e instintivamente* mi mirada se fue a ella.
—¿Puedo explicarlo?
Volví a negar con la cabeza mientras pasaba las manos por mi cabello en una evidente demostración de angustia.
—No dejaré que te marches con ellos si es lo que pretendes. –terminé con desición.
Ella dejó escapar una sonrisa triste.
—Agradezco todo lo que has hecho por mí, Rysh. Pero estoy creciendo y hay cosas que debo descubrir y entender por mi misma. Hace años no los veía y de alguna manera me hacen sentir cerca de mis padres, son lo más cercano a ellos que tengo.
Vi aquella tristeza que su rostro reflejaba y supe que había llegado el momento. Mis recuerdos me llevaron inmediatamente a mi adolescencia, había recorrido aquel mismo camino, no conocer a mi madre había provocado una profunda e incurable herida en mi ser, la cual jamás había logrado curar. Nada ayudó a hacerlo, no tenía a nadie cercano a su persona más que papá y él jamás estaba dispuesto a ayudar.
Volví a negar insegura.
—Papá confiaba en ellos –me miró fijamente– jamás me descuidaron, no hay de qué preocuparse, Rysh.
Y sí, era cierto. Alice solía pasar meses con sus abuelos antes de volver a casa.
—¿Y si las cosas han cambiado? –rebatí– Ha pasado muchísimo tiempo.
Ella caminó hacia mí y tomó mi mano guiándome hasta el sofá logrando que me sentara junto a ella. Su mirada se quedó en aquella parte de mi cuerpo y la acarició con ternura.
—Sé que aún soy una niña –susurró– y también sé que piensas que aún no soy capaz de entender ciertas cosas, Rysh –Su mirada tierna subió hasta mis ojos– pero si lo hago, más de lo que te gustaría.
Su tono de voz relajado y tierno me llenaba de angustia.
—Debes hacer tu vida. –afirmó sonriendo con ternura– No entiendo tantas cosas sobre este tipo de uniones y no es algo que me interese descubrir en este momento, pero lo encontraste. –me miró– y puedo notar cuánto te quiere. Él es tu recompensa por ser la gran persona que eres, que fuiste y que sé que serás.
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HAREK
Werewolf¿Eres capaz de perderte en él? Un Alpha Diferente a todo lo que conoces. Todo el contenido de esta novela NO ESTÁ EN NINGUNA OTRA HISTORIA. Todas las cosas son creadas por mi imaginación, son ideas únicas creadas sólo por mí, si las ven en otros lad...